Luego de dos intensas sesiones legislativas, desarrolladas el martes y el miércoles, el representante Kevin McCarthy, un republicano de California, ha fracasado en seis rondas de votación para convertirse en el próximo presidente del cuerpo legislativo.

De hecho, una veintena de republicanos se mantuvo firme en nominar a otro candidato para ocupar el puesto, bloqueando la oportunidad de McCarthy.

En declaraciones formuladas el miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a los republicanos que el espectáculo del martes —en referencia a la primera sesión legislativa— fue “vergonzoso” y que “el resto del mundo lo está viendo”.

La cámara baja votó el miércoles por volver a aplazar la votación, esta vez para el jueves al mediodía.

Informes apuntan a que es la primera vez en 100 años que un candidato a presidente de la Cámara de Representantes del país norteamericano no es elegido en la primera votación.

No obstante, McCarthy, que enfrenta una rebelión dentro de sus propias filas, prometió luchar hasta el final por el puesto en cuestión. “Nos quedaremos hasta que ganemos”, dijo el martes.

Todo ha llevado a un caos político e incertidumbre, pues el cuerpo legislativo estadounidense no puede continuar con ningún otro asunto hasta que haya un titular electo. Eso incluye la juramentación de nuevos miembros del Congreso y la adopción de nuevas reglas y legislaciones.