Un avión de reconocimiento Boeing P-8A Poseidon de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Una misión de un avión espía de EE.UU. en las fronteras de Siria duró solo seis minutos, al parecer, al ser interceptado por cazas rusos o sirios.
Un avión de patrulla antisubmarino militar estadounidense Boeing P-8A Poseidon intentó realizar el domingo otra misión cerca de las bases militares rusas en Siria, reemplazando al avión de reconocimiento Boeing RC-135U.
No obstante, el vuelo del avión militar de Estados Unidos cerca de las fronteras del espacio aéreo del país árabe duró solo seis minutos, lo que es un récord, tal como informó el portal ruso de aviación Avia.pro, publicando una serie de fotos del proceso de inteligencia cerca de las bases militares de Rusia en el territorio sirio.
A pesar de que no se han recibido declaraciones oficiales sobre el hecho, expertos declararon que el suceso puede deberse a alguna influencia externa y, según subrayó el medio, la versión más probable es que el avión militar norteamericano simplemente fue interceptado por cazas del país euroasiático, o incluso de Siria.
Un cazabombardero Sujoi Su-30SM de las Fuerzas Aeroespaciales rusas ha interceptado un F-18 estadounidense en los cielos de Siria.
Avia.pro agrega que se desconoce exactamente los motivos de la misión de inteligencia de Washington. Sin embargo, expertos indicaron que podría vincularse con el comienzo de una operación militar que involucra a las fuerzas del Ejército Árabe Sirio (SAA, por sus siglas en inglés), Rusia e Irán en la provincia de Idlib, sita en el noroeste del país levantino.
Los aviones de espionaje del país norteamericano realizan con frecuencia vuelos de reconocimiento en Siria con el fin de recopilar datos sobre la presencia militar rusa en el territorio sirio.
En julio, un par de cazas rusos Su-30SM interceptaron un Boeing P-8A Poseidón que intentaba acercarse a las fronteras del espacio aéreo sirio y tenía intenciones de violarlas.
Ante tal situación, el Ejército sirio instaló en septiembre al menos cuatro radares y un sistema ruso de misiles de defensa aérea Pantsir-S cerca de Al-Qamishli, en la provincia de Al-Hasaka (noreste), con el fin de proteger la región ante ataques imprevistos de los cazas estadounidenses.
La contribución de Moscú a la lucha contra el terrorismo en Siria ha dado resultados muy provechosos, pues tras diez años de conflicto el Ejército sirio ya controla más del 90 por ciento del territorio y está a punto de alcanzar la victoria final.