“La irresponsable entrega de municiones de racimo puede llevar fácilmente a problemas a nivel humanitario”, ha advertido este lunes Mao Ning, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, durante una rueda de prensa.
Mao ha alertado que la entrega de dicho tipo de arma representa un peligro para los civiles y “echa leña al fuego” de la guerra en Ucrania.
De igual modo, ha ratificado la apuesta de China por el diálogo y una salida negociada a la situación lo antes posible.
Rusia afirma que la dotación de bombas de racimo a Ucrania por EE.UU. muestra la “debilidad” de las fuerzas de Kiev y acabará hasta con el “último ucraniano“.
El Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) anunció el 7 de julio una nueva asistencia militar para Ucrania que incluye proyectiles de racimo.
Aparte de China, varios países y organizaciones internacionales rechazaron el plan en cuestión, que Washington lo defiende, afirmando que trabajó “con Ucrania para minimizar los riesgos asociados a la decisión”.
De hecho, España, Canadá y el Reino Unido, entre otras naciones, así como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), varias ONG y políticos europeos, han expresado su oposición al envío de tales bombas a Ucrania,
Para Moscú, EE.UU. ha admitido haber cometido crímenes de guerra durante el conflicto ucraniano por defender la necesidad de entregar bombas de racimo a Kiev.