Las entidades educativas chinas lideran las áreas de inteligencia artificial, nanociencia, nanotecnología, ciencia de los polímeros, ingeniería y física química.
El importante ‘ranking’ de las mejores instituciones de educación superior del mundo elaborado por la US News & World Report incluye por primera vez más centros chinos que estadounidenses.
La clasificación está integrada por un total de 2.000 universidades de más de 90 países. La mayoría de esas instituciones son chinas (338), seguidas por las estadounidenses (280), japonesas (105), británicas (92) e indias (82). La lista se elabora teniendo en cuenta una serie de parámetros, como reputación de investigación, colaboración internacional e indicadores bibliométricos, tales como publicaciones, conferencias, citas y libros.
Aunque China superó a EE.UU. por número de universidades presentes en el ‘ranking’, las entidades estadounidenses acaparan los primeros puestos entre las mejores del mundo.
En esta edición, US News & World Report agregó cuatro nuevas áreas temáticas a sus 43 campos habituales: inteligencia artificial; educación e investigación educativa; meteorología y ciencias atmosféricas; y recursos hídricos. “Son campos candentes en este momento y hay mucho interés en diferentes niveles”, dijo a MarketWatch el estratega jefe de datos de US News, Robert Morse.
Inteligencia artificial
En lo que se refiere a la inteligencia artificial, las universidades chinas acaparan los primeros lugares de la lista. Las entidades educativas del gigante asiático también lideran la clasificación en otras áreas como la nanociencia, nanotecnología, ciencia de los polímeros, ingeniería y física química.
La inteligencia artificial es considerada como una de las prioridades nacionales estratégicas, tanto para China como para EE.UU. “Las principales potencias del mundo están compitiendo para desarrollar e implementar nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la computación cuántica, que podrían dar forma a todo lo relacionado con nuestras vidas, desde de dónde obtenemos energía, cómo hacemos nuestro trabajo, hasta cómo se libran las guerras“, declaró el año pasado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
“Queremos que EE.UU. mantenga su ventaja científica y tecnológica, porque es fundamental para que podamos prosperar en la economía del siglo XXI”, aseveró.