El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha anunciado este viernes en un comunicado que cortará los contactos entre comandantes militares de alto nivel y los Departamentos de Defensa de ambos países.

Pekín, detalla la nota, detendrá también la cooperación entre las dos potencias en la prevención del crimen transfronterizo, la repatriación de inmigrantes ilegales, la colaboración en la asistencia judicial y penal y en el control de drogas.

Según agrega el comunicado, a partir de ahora Pekín tampoco se sentará a la mesa de diálogo con Washington para abordar el cambio climático.

La nota viene horas después de que la Cancillería china impusiera sanciones a Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y a su familia más cercana en respuesta a sus acciones “despiadadas” y “provocadoras”.

La Cartera de Exteriores china ha denunciado que el viaje de Pelosi a la isla —cuya soberanía reclama China— constituyó una interferencia flagrante en los asuntos internos del país asiático, además de que socavó “la soberanía y la integridad territorial de China”, pisoteó la política de una sola China y amenazó “la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán”.

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Pelosi es la funcionaria estadounidense de más alto rango que ha sido sometida a las sanciones chinas. El año pasado, Pekín sancionó al exsecretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo. Pompeo, quien ha pedido que Taiwán sea reconocida como una “nación libre y soberana” no visitó la isla durante su mandato (2018-2021).

El jueves, China mostró músculo a EE.UU., dos días después del viaje de Pelosi a Taiwán, iniciando unas maniobras militares a gran escala, en el marco de las cuales disparó varios misiles hacia el estrecho de Taiwán.

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Pekín ve a Taiwán como una parte de su territorio nacional, mientras que la isla se cree una nación independiente. En el marco de la misma discrepancia, el acercamiento y apoyo militar de Washington a Taipéi ha convertido el tema en un gran foco de tensión entre EE.UU. y China.

De hecho, el Gobierno chino ha advertido que “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su seguridad y su integridad territorial”.