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Internacional

China: Un gigante que pisa fuerte

Lo señalado, en una clara señal que lo unipolar no tiene cabida en la concepción y la dirección política, económica y militar china. Y más bien representa un obstáculo necesario de enfrentar. En este XX Congreso del PCCH participan 2296 miembros de este partido, que a su vez elegirán a 200 miembros del Comité Central, los cuales votan por 25 miembros del llamado Buró Político y a los nueve miembros del Comité Permanente, que es el máximo órgano de decisión del mayor partido gobernante del mundo. Durante una semana – hasta el 22 de octubre – este Congreso define las líneas futuras de desarrollo al mismo tiempo que a su término, seguramente ocupará el cargo de secretario general, por tercera vez – desde el cambio de estatutos del año 2018 – el actual presidente chino Xi Jinping que consolidará así su fuerte impronta en el gigante asiático. En un largo discurso de apertura del evento, Xi Jinping destacó los logros de los últimos cinco años y dijo que el partido se esforzaría por cumplir sus objetivos de modernización para lograr lo que describió como el “rejuvenecimiento” del país (1).

Xi Jinping, el pasado domingo 16 de octubre, en un extenso discurso de corte estratégico, señaló a los miembros del PCCH presentes en el llamado Gran Salón del Pueblo, la necesidad de luchar unidos para construir una China socialista moderna en todos los aspectos. Palabras pronunciadas en momentos de fuerte pugna internacional, que enfrentan a China contra Estados Unidos y sus aliados, no sólo en el aspecto de las influencias territoriales y marítimas, sino en el plano de la pugna económica y comercial que los opone.  Xi Jinping puntualizó que “el XX Congreso Nacional del PCCh es un congreso de suma importancia, que se celebra en un momento clave en que todo el Partido y el pueblo de todas las etnias del país han emprendido una nueva expedición de construcción integral de un país socialista moderno en avance hacia el objetivo de lucha fijado para el segundo centenario”.

Este Congreso, el número 20 desde el nacimiento de la República Popular China el año 1949, se celebra cada cinco años y permite definir,  no sólo las líneas estratégicas del país, sino también generar movimientos al interior del PCCH y elegir a su secretario general, cuyo tema principal es, según las propias palabras de Xi Jinping: enarbolar la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas, implementar integralmente el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era; realzar el gran espíritu fundacional del Partido; obrar con autoconfianza y autosuperación, y con preservación de principios fundamentales e innovación, y trabajar con ánimos elevados y avanzar con valentía y firmeza, en una lucha unida por la construcción integral de un país socialista moderno y por el impulso en todos los aspectos de la gran revitalización de la nación china.

El líder chino apuntó a la centenaria trayectoria de un PCCH “Firmemente resuelto a llevar adelante la prolongada gran causa de la nación china y dedicado a la noble causa de la paz y el desarrollo de la humanidad, nuestro Partido tiene una responsabilidad de importancia suprema y una misión incomparablemente gloriosa, añadió. “Todos los camaradas militantes hemos de conservar siempre las aspiraciones originales y tener bien presente la misión, preservar el estilo de modestia y prudencia, y de vida austera y lucha esforzada, y mostrarnos audaces y diestros en la lucha…El Partido entero debe afianzar la convicción en la historia y aumentar la iniciativa histórica, a fin de escribir capítulos aún más brillantes del socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era”.

Para lo anterior, Xi Jinping estableció un camino marcado por afianzar el desarrollo científico-técnico del país asiático. “A fin de construir un país socialista moderno en todos los aspectos, debemos, primero y por encima de todo, buscar un desarrollo de alta calidad. Debemos aplicar de forma completa, acertada y general la nueva concepción del desarrollo, perseverar en la economía de mercado socialista como rumbo de la reforma y en la apertura al exterior de alto nivel, y acelerar la estructuración de una nueva configuración del desarrollo protagonizada por la gran circulación nacional y caracterizada por la promoción mutua de esta y la internacional” sostuvo Xi Jinping quien en su alocución trazó el camino a seguir en materia de  dar a conocer los requisitos esenciales de la modernización de la RPCH, a saber: persistir en la dirección del PCCh y en el socialismo con peculiaridades chinas, lograr un desarrollo de alta calidad, desarrollar la democracia popular de proceso entero, actuar en el enriquecimiento del mundo espiritual del pueblo y la materialización de la prosperidad común de todo él, promover la coexistencia armoniosa del ser humano y la naturaleza, impulsar la estructuración de una comunidad de destino de la humanidad y crear nuevas formas de civilización humana”.

Objetivos de Desarrollo de China al 2035

Xi Jinping, en un plano más preciso, delineó los objetivos generales de desarrollo de China para el año 2035, en un informe, que por su importancia requiere detallarlo (2). Objetivos ambiciosos, pero seguramente serán alcanzados por esta ya superpotencia económica, política y militar:

  • Salto sustancial el poderío económico-científico-tecnológico del país y su fortaleza nacional integral, y habrá ascendido su PIB per cápita un nuevo gran trecho, alcanzando el nivel de los países medianamente desarrollados;
  • Independencia y autosuperación científico-tecnológica de alto nivel que permitirá ingresar en las primeras filas de los países innovadores;
  • Conformación de un sistema económico moderno, con nueva configuración del desarrollo y cumplido en lo fundamental su nuevo tipo de industrialización, informatización, urbanización y modernización agrícola.
  • Cumplimiento de la modernización de los sistemas y capacidades de su gobernación, completado aún más su sistema de democracia popular de proceso entero y culminada fundamentalmente la construcción de un Estado, un Gobierno y una sociedad regidos por la ley.
  • Constitución de un país fuerte en educación, en ciencia y tecnología, en personal cualificado, en cultura y en deporte, y en una China sana, con un poder cultural blando notablemente reforzado.
  • Concretar el objetivo de un pueblo disfrutando de una vida más feliz y hermosa, remontados los ingresos disponibles per cápita de su población otro nuevo tramo, notablemente elevada la proporción de sus grupos poblacionales de renta media, materializada la equidad de acceso a los servicios públicos básicos, logradas las condiciones de vida modernas en sus zonas rurales en lo básico y mantenida en estabilidad duradera su sociedad, con los avances sustanciales más palpables en la prosperidad común de todo el pueblo y en el desarrollo integral de las personas;
  • Formación concreta de los modos de producción y de vida ecológicos con estabilización de sus emisiones de carbono y un entorno ecológico esencialmente mejorado, habiendo cumplido así en lo fundamental su objetivo de construir una China bella.
  • Fortalecimiento del sistema y capacidades de la seguridad nacional, habiendo logrado en lo básico la modernización de la defensa nacional y del Ejército.
  • Lucha continua, para convertir China en un país socialista moderno, poderoso, situado a la cabeza en fortaleza nacional integral e influencia internacional a mediados de este siglo.

El líder chino enfatizó en su discurso, que su país va a promover lo que denomina “la promoción de la apertura de alto estándar “que implica expandir firmemente la apertura institucional en cuento a las reglas, regulaciones, gestión y estándares. “Asimismo, se llevarán a cabo esfuerzos por acelerar la transformación de China en un país comercialmente fuerte, promover el desarrollo de alta calidad de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como para preservar la diversidad y estabilidad del panorama económico internacional y las relaciones económicas y comerciales” refiriendo con ello la mencionada estrategia de relaciones multilaterales.

Además, en el discurso de Xi Jinping, se expresaron ideas fundamentales, no sólo para el gigante asiático, sino para el conjunto del planeta, teniendo en cuenta el formidable influjo que ejerce China, en todos los planos de las relaciones internacionales. Uno de esos mensajes tuvo un claro destinatario: Estados Unidos. Esto, en materia de no permitir su injerencia en materias relacionadas tanto con Hong Kong, Macao, como con la provincia de Taiwán.  Xi Jinping enfatizó en la sesión inaugural del XX Congreso del PCCCH que se debe avanzar en el “mantenimiento y el perfeccionamiento de la directriz de un país con dos sistemas, que es una gran iniciativa pionera del socialismo con peculiaridades chinas y el mejor ordenamiento institucional para mantener en Hong Kong y Macao una prosperidad y una estabilidad duraderas tras su retorno. Se debe sostener la política con firmeza a largo plazo” (3).

Relacionado con lo anterior, Xi Jinping resaltó el eje fundamental de su política interna y externa en el marco de “modernizar el sistema y la capacidad de seguridad nacional de China y mantener la seguridad nacional y la estabilidad social. La seguridad nacional es el cimiento para la revitalización de la nación y la estabilidad social es la premisa para el fortalecimiento y la prosperidad del país. Hay que implementar firme e invariablemente el concepto general de la seguridad nacional y plasmar la defensa de esta en los diversos aspectos y el proceso entero de la labor del Partido y el país para garantizar la seguridad nacional y la estabilidad social”. Palabras que hay que contextualizarlas en la decisión de Washington y sus aliados de presionar a China y que implicó, por ejemplo, que sólo el año 2021 se realizaron 100 ejercicios militares a gran escala en las cercanías de las fronteras terrestres y marítimas de la RPCH (4).

Claro punto que explica y fundamenta la modernización de las Fuerzas Armadas de la RPCH en el marco del gigantesco proyecto de la Nueva Ruta de la Seda y el camino de conformación de un mundo multilateral, donde Beijing tiene claro el papel referencial que ha asumido. Por ello, dejó claramente establecido que está dispuesto al uso de la fuerza militar, para preservar la idea de una sola China en el caso de Taiwán. “aplicaremos, sostuvo Xi Jinping, la estrategia general del Partido para resolver la cuestión de Taiwán en la nueva era e impulsaremos inquebrantablemente la causa de la reunificación nacional. La resolución de la cuestión de Taiwán es asunto propio de los chinos, y deben ser los chinos quienes la decidan…Persistiremos en trabajar con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo por una perspectiva de reunificación pacífica, pero nunca nos avendremos a renunciar al uso de la fuerza armada y nos reservamos la opción de adoptar todas las medidas necesarias, lo cual no va dirigido de ninguna manera en contra de los compatriotas taiwaneses, sino en contra de la intromisión de fuerzas externas, así como contra una ínfima minoría de secesionistas que buscan la “independencia de Taiwán” y contra sus actividades secesionistas”.

China desarrolla su XX congreso, definitorio en materia de desarrollo político y económico, en un contexto interno de fuertes contracciones internas y una lucha contra la pandemia del Covid 19 que en el caso del gigante asiático ha significado duras restricciones sanitarias. China ha crecido en las últimas décadas con tasas de incremento económico, como ningún otro país del mundo, pero las propias autoridades han señalado que ello tiene un límite y eso implica ralentizar los actuales índices económicos, sobre todo con planes transformadores, que ponen en tensión a China en el plano externo. Otra área en tensión es la que muestra a la RPCH en fuerte disputa contra el bloque unipolar liderado por Estados Unidos y los afanes de desarrollar el multilateralismo donde China se sitúa a la cabeza.

Objetivo donde la propia RPCH, Rusia y otras naciones como la República Islámica de Irán y aquellos que se están sumando al gran proyecto de la nueva ruta de la seda, ofrecen una alternativa a ese mundo hegemónico en el campo de la política, economía y militar que se desarrolló con énfasis desde la caída del campo socialista hasta ahora. Así como 1.412 millones de chinos están atentos a los resultados del XX Congreso, toda una humanidad está expectante sobre sus resultados y si ello implica avanzar efectivamente hacia un nuevo modelo político económico internacional.

Pablo Jofré Leal

Fuente: Hispantv

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