El portavoz de la Cancillería China, Zhao Lijian, ha condenado la imposición de nuevas sanciones de EE.UU. a Cuba, bajo el pretexto de proteger los “derechos humanos, libertades y la democracia” y le ha urgido a dejar sin efecto y de manera inmediata tales medidas.
“Estados Unidos debe levantar sin dilación las sanciones unilaterales contra Cuba”, subrayando que el país caribeño se encuentra “en un momento crítico en su lucha contra el COVID-19 y en sus esfuerzos por aliviar el sufrimiento de la gente”, ha declarado este viernes Lijian en una sesión informativa.
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De acuerdo con el vocero, Pekín espera que Washington mejore las relaciones con La Habana para “promover la estabilidad internacional y regional”, de conformidad con los objetivos y principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las normas básicas de las relaciones internacionales.
Al cuestionar las injerencias abusivas de EE.UU. en los asuntos internos de otros países, escudándose en la democracia, ha añadido que, primero, dicho país debe examinar sus propios problemas de derechos humanos, en lugar de imponer sanciones, interferir gravemente en la soberanía de otras naciones y crear discordia o confrontación.
China asevera apoyar a Cuba para preservar la estabilidad social y critica que el bloqueo de EE.UU. es la razón de los problemas, pidiendo fin de las sanciones.
El miércoles, el Departamento del Tesoro de EE.UU., anunció que impondrá embargos contra varios funcionarios cubanos, como el ministro de Defensa, Álvaro López Miera y una brigada policial, por supuesta represión de las recientes protestas en la isla.
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Cuba fue por varios días escenario de movilizaciones contra la compleja situación económica, resultado del coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense en su contra. En el marco de las protestas, se produjeron disturbios y actos vandálicos.
La Habana denuncia los llamados desde el exterior para provocar caos y desobediencia civil en el país, y asegura que las protestas fueron planificadas por los medios y la prensa, auspiciados desde EE.UU.
