Cuando los gobiernos en América Latina han intentado disminuir el subsidio a la gasolina, las calles se han llenado de manifestantes que protestan contra el aumento del precio del combustible.
Así lo han experimentado este año países como Ecuador, Panamá y Perú, que, en medio de la ola inflacionaria que recorre el mundo, han enfrentado una dura oposición cuando se pone sobre la mesa aumentar los precios a productos como la gasolina o el diésel.
Y pese a que conlleva un fuerte riesgo político, recientemente el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo el anuncio: “A los consumidores de gasolina les decimos que retomaremos la senda de crecimiento de precios, y que el objeto no será más que disminuir el déficit irresponsablemente acumulado”.
Colombia es el tercer país con el precio más bajo de la gasolina después de Venezuela y Bolivia.
El problema, argumenta el gobierno, es que el déficit fiscal es insostenible, por lo cual ha propuesto una ambiciosa reforma tributaria con la que espera aumentar la recaudación y está buscando disminuir el gasto en otras áreas, como por ejemplo, el subsidio a la gasolina, en el contexto de una agenda ambientalista y en medio de una inflación que supera el 10%, la mayor desde 1999.
Fuente: BBC NEWS MUNDO