Este domingo 1° de enero, Lula Da Silva asume por tercera vez la presidencia de Brasil, y se reaviva el viejo sueño de la unidad latinoamericana.
El 11 noviembre del mismo año en una disertación ante la Escuela Nacional de Guerra, vuelve sobre la idea: “La República Argentina sola, no tiene unidad económica; Brasil solo, no tiene tampoco unidad económica; Chile solo, tampoco tiene unidad económica; pero estos tres países conforman en el momento actual quizás la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva. Estos son países reserva del mundo.” (…) Si subsistiesen los pequeños y débiles países, en un futuro no lejano podríamos ser territorio de conquista como han sido miles y miles de territorios desde los fenicios hasta nuestros días”. En este discurso, explicaba también las dificultades que habia tenido su amigo el Presidente Getulio Vargas con sectores internos brasileños aliados a los Estados Unidos que se negaron a firmar el acuerdo.
En entonces embajador argentino en Brasil Juan Cooke escribió: ” El Presidente Getúlio Vargas siempre ha sido favorable a nuestro país y a sus autoridades. No obstante, nunca pudo desarrollar una política práctica en este sentido puesto que por las modalidades locales, sus directivas tienen una eficacia relativa. Las verdaderas funciones dirigentes vienen siendo ejercidas por el Parlamento y por la prensa mientras que, dificultando aún más el problema, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha estado durante los primeros años de su presidencia en manos de un declarado enemigo de nuestro país…”
El Papa Francisco y el sueño de la Patria Grande
Setenta años después el Papa Francisco respondía al periodista Hernan Reyes Alcaide : “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos con muy poco y no iremos a ninguna parte. Seria un callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos, y dependientes de los grandes poderes mundiales.”
En la Evangelii Gaudium, Francisco desarrolla los cuatro principios para la construcción de un pueblo. El cuarto :“El todo es superior a la parte” aplica directamente a los procesos de integración : “El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad”. A diferencia de la globalización que tiende a la hegemonía económica social y cultural, la idea de integración poliedrica respeta y suma al todo las particularidades de cada pueblo.
Peron el 1º de Mayo de 1974 lo decía de este modo: “Se percibe ya con firmeza que la sociedad mundial se orienta hacia el universalismo que, a pocas décadas del presente, nos puede conducir a formas integradas, tanto en el orden económico como en el político.(…)tal evento nos exige desarrollar desde ya un profundo nacionalismo cultural como única manera de fortificar el ser nacional, para preservarlo con individualidad propia en las etapas que se avecinan.”
Lula y la correlación de fuerzas
Para derrotar a Bolsonaro, Lula debió conformar un frente con partidos de centro y centro derecha. Su vicepresidente Geraldo Alckmin, ex gobernador de San Pablo, fue durante años un duro adversario de Lula Da Silva. Hoy, ademas de la vicepresidencia, va a ocupar el Ministerio de Industria y Comercio. También suma al equipo de gobierno a Simone Tebet, ex candidata a presidente y Senadora por el Movimiento por la Democracia Brasileña. Desde la izquierda suma a Marina Silva que volverá a Medio Ambiente y Carlos Lupi del PDT de Ciro Gómes, en Previsión.
De los 37 ministerios que tendrá Lula, solamente 13 serán del Partido de los Trabajadores. El resto de los funcionarios, serán de tres partidos de derecha que integrarán el gobierno, el MDB, Unión Brasil (UB) y Partido Social Democrático (PSD) que con 143 diputados se posicionan como la nueva base parlamentaria de Lula o, como se definen ellos mismos, “el centrao del nuevo gobierno”.
Aplica al caso el segundo de los principios de Francisco : “La unidad prevalece sobre el conflicto” “El conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada. Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante(…) Otros entran en el y que quedan prisioneros (…) Pero hay una tercera manera (…) Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso.”
Mantener viva la utopía
Volvamos al primer principio de Francisco: “El tiempo es superior al espacio”.
“Los ciudadanos viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo: el tiempo es superior al espacio. Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios . El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad.”
Unidos o dominados, es la utopía que nos legaron nuestros padres fundadores hace ya 210 años, San Martín, Bolívar, O Higgins, Artigas…seguramente las nuevas generaciones la harán propia y la verán crecer.