Decenas de personas, entre ellas niños, han muerto tras un ataque de artillería del Ejército birmano la pasada noche en el estado septentrional de Kachin, que ha afectado a un campo de desplazados de la zona.
Según el grupo de noticias Kachin, más de treinta desplazados del campo Monlaingkhat, en el estado norteño lindante con China, han fallecido o resultado heridos tras un ataque del Ejército birmano cerca de la medianoche del lunes, afirma en una publicación en su cuenta de Facebook.
Soldados de las milicias rebeldes de Birmania (Archivo).Soldados de las milicias rebeldes de Birmania (Archivo).Kaung Zaw Hein vía Europa Press
Decenas de personas, entre ellas niños, han muerto tras un ataque de artillería del Ejército birmano la pasada noche en el estado septentrional de Kachin, que ha afectado a un campo de desplazados de la zona.
Según el grupo de noticias Kachin, más de treinta desplazados del campo Monlaingkhat, en el estado norteño lindante con China, han fallecido o resultado heridos tras un ataque del Ejército birmano cerca de la medianoche del lunes, afirma en una publicación en su cuenta de Facebook.
Este medio asegura que el campo de desplazados quedó “destruido”.
La Organización Nacional Kachin, por su parte, señala en la misma red social que más de veinte civiles, incluidos niños, fallecieron durante el ataque de artillería del Ejército birmano, que sitúa en un área cerca de la ciudad de Laiza, junto a la frontera con China.
En Kachin opera una guerrilla de la etnia homónima que lleva décadas enfrentada al Ejército birmano, un conflicto agudizado tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, que puso fin a una década de transición democrática y que ha sumido a Birmania (Myanmar) en la semianarquía.
Este estado fue objeto hace un año de uno de los peores ataques de las fuerzas armadas birmanas desde el levantamiento militar, cuando a finales de octubre bombardearon un festival de música con motivo del 62 aniversario de la fundación de la Organización para la Independencia de Kachin (KIO), matando a más de medio centenar de personas.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU advirtió a finales de septiembre que la brutalidad del Ejército de Birmania en sus ataques contra los civiles no hace más que aumentar día a día, con miles de asesinatos y tácticas de guerra utilizadas contra la población indefensa con el fin de mantenerse en el poder.
El organismo indicó que, en el periodo comprendido entre el 1 de abril de 2020 y el pasado 31 de julio, los militares asesinaron a un mínimo de 4.108 civiles y se utilizaron tres tácticas militares (bombardeos aéreos, masacres y quema de aldeas) contra la población.
La semana pasada, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se autoproclama la autoridad legítima de Birmania, denunció que al menos veintiún niños resultaron heridos, siete de ellos de gravedad, después de que el Ejército birmano abriera fuego contra un poblado en un bastión rebelde de la región septentrional de Sagaing, lindante con Kachin, alcanzando a un colegio.