El jefe de la Cámara Baja del Parlamento ruso tachó el miércoles de “acción criminal” y terrorista un atentado con dos drones a la residencia del presidente ruso, Vladimir Putin, en Kremlin realizado en la noche del miércoles, lo cual fue neutralizado por las defensas rusas.
“[El presidente ucraniano, Volodímir] Zelenski, dando órdenes para llevar a cabo atentados, está a la par con otros terroristas internacionales”, escribió Volodin en su canal de Telegram.
Hizo hincapié en que el régimen de Kiev “no es menos peligroso que Al-Qaeda” o Daesh, y dijo que “es una amenaza para la seguridad de Rusia, Europa y el mundo entero”, por lo tanto, pidió designarlo “como una organización terrorista”.
Volodin denunció los numerosos “métodos criminales” del régimen de Kiev usados contra Moscú, sus fuerzas y sus seguidores en el este de Ucrania, tales como “el chantaje nuclear, los asesinatos de figuras políticas y públicas, el sabotaje y la socavación de instalaciones civiles”.
Denunció que el fallido intento de magnicidio contra Putin fue “un ataque a Rusia”, por lo tanto, exigió “el uso de armas capaces de detener y destruir el régimen terrorista de Kiev”.
El alto legislador ruso acusó, además, a los proveedores occidentales de armas a Kiev de patrocinar y estar cómplices en “actividades terroristas” que lleva a cabo el país eslavo.
Concluyó enfatizando que Moscú retiró de la mesa la opción de negociación con Kiev tras el fallido atentado terrorista. “No puede haber negociaciones con el régimen de Zelenski”, dijo. Kremlin condenó la acción criminal de Ucrania y dijo que la Federación Rusa “se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno”.
Poco después del fallido atentado, Zelenski se apresuró a negar cualquier implicación de su gobierno en el incidente. Por temor a represalias de Moscú, las autoridades ucranianas activaron la alarma antiaérea en la capital y todas las regiones del este del país, escenario de un conflicto con Rusia iniciado en febrero de 2022.
