La misión para volver a enviar astronautas a la Luna había sido planeada originalmente para 2024 dentro del programa Artemis, aunque una serie de litigios y problemas relacionados con la elaboración de algunos componentes clave de la iniciativa impidieron al Gobierno estadounidense cumplir con esa fecha, establecida durante el mandato de Donald Trump.
Pekín, por su parte, también está desarrollando un programa espacial que incluye la exploración de la superficie lunar y de Marte. El proyecto chino sigue siendo el mayor acicate para llevar a cabo la misión Artemis, señaló el administrador de la NASA.
“Vamos a ser todo lo agresivos que podamos de forma segura y técnicamente factible para superar a los competidores pisando la Luna”, concluyó Nelson.