Según las fuentes de la agencia, la Administración Biden busca que sus aliados europeos adopten contra Pekín restricciones comerciales similares a las decretadas contra Moscú.
EE.UU. está debatiendo con sus aliados europeos la idea de establecer un régimen de control de las exportaciones de China similar a las sanciones decretadas con
tra Rusia, informa Bloomberg este lunes citando a fuentes anónimas.
El 5 de diciembre se celebrará la tercera reunión del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC, por sus siglas en inglés) entre EE.UU. y la UE, y actualmente ambas partes están discutiendo la agenda potencial del encuentro. Entre otras cosas, las autoridades estadounidenses buscan convencer a Bruselas para que aplique contra Pekín varias de las medidas económicas impuestas a Moscú con el fin de fortalecer las restricciones antichinas decretadas por Washington, dicen las fuentes.
No obstante, Washington no confirmó tales intenciones. “EE.UU. no considera extender a China el control de exportaciones contra Rusia, ni siquiera planteamos [esto] para que los europeos lo hagan”, comentó Saloni Sharma, la vocera del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU.
Mientras tanto, en la UE no existe un enfoque común hacia China. Según un diplomático europeo de alto rango citado por Bloomberg, Bruselas percibe a Pekín como un rival y entiende la necesidad de reducir la dependencia económica con el país asiático. Asimismo, otro funcionario de la UE dijo que varios Estados miembros del bloque quieren utilizar el formato del TTC para desarrollar medidas de defensa comercial frente a países sin economía de mercado, China incluida.
Sin embargo, la UE no está dispuesta de unirse a las restricciones estadounidenses, apunta la agencia. Así, por ejemplo, Países Bajos teme que su compañía tecnológica ASML, que fabrica sofisticadas máquinas utilizadas en la producción de chips y semiconductores, pueda caer víctima de las sanciones de Washington contra China.
En este contexto, Miriam García Ferrer, portavoz de la Comisión Europea, señaló que la UE está en contacto con la Administración Biden para tratar las consecuencias de las más recientes restricciones antichinas.
El pasado 7 de octubre, el Departamento de Comercio estadounidense puso en marcha nuevas sanciones comerciales contra Pekín encaminadas a restringir la capacidad de China de obtener chips avanzados, desarrollar y mantener supercomputadoras y fabricar semiconductores.