El presidente de la Comisión sobre China de la Cámara de Representantes de EE.UU., Mike Gallager, ha enviado una carta a la vicesecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, en la cual advierte que, en caso de un conflicto armado entre Pekín y Taiwán, Washington se quedaría sin munición de largo alcance y de alta precisión en menos de una semana, informó Fox News el lunes.
“Sin garantías de que una guerra en el Indo-Pacífico se limite a semanas o incluso meses, la posibilidad de que tengamos que luchar durante un período prolongado sin los medios más eficaces de nuestro arsenal es profundamente alarmante”, dijo Gallager, enfatizando que los posibles retrasos en las entregas de armamento crítico a Taipéi por parte de Washington pone en duda la posibilidad de que la isla rebelde pueda defenderse y repeler un ataque del gigante asiático, que la considera como parte de su territorio.
En este contexto el congresista llamó a EE.UU. a recuperar el “arsenal de disuasión” para “prevenir la guerra”, ya que, en su opinión, el líder chino Xi Jinping ha “ordenado” al Ejército del país que esté dispuesto a “invadir Taiwán en 2027”. Además, Gallager expresó que los obstáculos en los suministros de municiones para Ucrania e Israel han puesto en evidencia la fragilidad de la industria militar estadounidense.
Asimismo, el político solicitó el acceso a una reunión confidencial del Pentágono que tendrá lugar elmes próximo para participar en la elaboración de las posibles opciones en el caso del aumento de tensiones en la región. “Debemos ser realistas sobre la rapidez con la que la base industrial de municiones podrá producir nuestras armas más esenciales. Debemos ser creativos y pensar con originalidad para encontrar soluciones”, afirmó Gallager. “La urgencia del momento no exige menos”, subrayó.
Anteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, exigió al país norteamericano que no interfiera en los asuntos internos del gigante asiático y que no apoye ni consienta la “independencia de Taiwán”. En este sentido, Wang indicó que EE.UU. y China tienen la obligación de seguir aprovechando los efectos positivos de la reunión celebrada en noviembre en San Francisco entre Xi Jinping y su homólogo estadounidense, Joe Biden.