Tres funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. realizaron el pasado mes de junio un viaje a Hong Kong (China) para exhortar a las instituciones financieras y grupos industriales locales que detengan los envíos de tecnología avanzada de fabricación estadounidense a Rusia, informa Nikkei Asia, que cita fuentes familiarizadas con el asunto.
A las reuniones, que se llevaron a cabo los días 15 y 16 de junio, asistieron delegados del gigante bancario británico HSBC, Standard Chartered, Bank of China Hong Kong, así como de la Autoridad Monetaria de Hong Kong, de la Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero y de un grupo industrial.
“Solicitamos que las empresas, instituciones financieras y reguladores gubernamentales [hongkoneses] trabajen para evitar el envío o transbordo de los siguientes tipos de bienes a Rusia o a empresas vinculadas a Rusia”, reza un documento compartido en esas reuniones al que ha tenido acceso el medio. La lista incluye dispositivos semiconductores, aviones, helicópteros y piezas de drones, entre otras cosas.
Según dos fuentes que asistieron a los encuentros, los funcionarios del Departamento del Tesoro pidieron ayuda para identificar los artículos estadounidenses de alta tecnología que se envían al país euroasiático a través de Hong Kong. Esta región autónoma china sería un importante centro de exportaciones de chips de alto valor para Rusia y los envíos se realizarían por pequeñas rutas comerciales establecidas en China continental.
Los funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación de que los semiconductores fabricados en EE.UU. sigan enviándose a Moscú, pese las sanciones occidentales impuestas en represalia por la operación militar en Ucrania. En este contexto, se instó a la parte hongkonesa a fortalecer la diligencia cuando se detecten transacciones relacionadas con artículos de la lista de control de exportaciones, detallaron las fuentes.
El pasado febrero, el vicesecretario del Tesoro de EE.UU, Wally Adeyemo, advirtió que las empresas chinas serían castigadas si continúan haciendo negocios con Rusia, pasando por alto las restricciones de Occidente.