Un misil disparado por el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés), de fabricación estadounidense, captado en pleno lanzamiento.
El Pentágono anuncia este lunes la transferencia de un gran lote de misiles para los HIMARS en Ucrania tras la proclama rusa de que EE.UU. es su principal “amenaza”.
El Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) tiene la intención de compensar la falta de cazas y tanques que experimenta Ucrania con misiles guiados de alta precisión táctica. De momento, se sabe que, en esta ocasión, el monto de la asistencia militar asignada por Estados Unidos al país eslavo es de unos 2600 millones de dólares.
El lote de armas incluirá sistemas antitanque, misiles para sistemas de defensa aéreo y alrededor de 2000 misiles para los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés). Es a expensas de este último que el Pentágono busca lanzar una contraofensiva instrumentalizando al Ejército ucraniano, operación que podría comenzar en las próximas dos semanas.
Recientemente, la cantidad de misiles asignados a Ucrania para los sistemas HIMARS ha disminuido significativamente, debido al hecho de que el Ejército ruso ha destruido grandes existencias de municiones diseñadas para uso continuo.
Sin embargo, si antes Estados Unidos le asignaba a Ucrania lotes de entre 300 y 500 misiles, ahora, está listo para suministrarle 2000 municiones de este tipo de un solo golpe.
Un funcionario del Gobierno de Putin asegura que Rusia dispone de armas capaces de destruir a cualquier enemigo, incluido EE.UU., si ve amenazada su integridad.
El escenario revela que Ucrania realmente se está preparando para un ataque a gran escala, no obstante, aún se desconoce en qué dirección se planea encaminarlo, ya que hay cuatro grandes grupos de las Fuerzas Armadas ucranianas en la línea del frente, cada una de las cuales tiene de 20 000 a 40 000 miembros, así como cientos de piezas de equipo militar.
Ante esta coyuntura, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el sábado que el Kremlin estacionaría misiles nucleares tácticos en Bielorrusia, vecino de Ucrania, en una advertencia a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por su apoyo militar a Kiev y en una escalada del enfrentamiento con Occidente.