En un comunicado emitido este martes, la oficina de prensa del Gobierno de Gaza “condenó en los términos más enérgicos” el uso de la hambruna y la escasez de alimentos por parte de Israel contra los civiles en la Franja de Gaza como una “medio de presión política”, con la aprobación “declarada” de la Administración estadounidense.
Al referirse a los recientes comentarios del presidente estadounidense, Joe Biden, y del secretario de Estado, Antony J. Blinken, la declaración rechazó explícitamente la idea de vincular el suministro de ayuda humanitaria y alimentos a los civiles, incluidas mujeres y niños, con la consecución de un acuerdo de alto el fuego entre el régimen israelí y los grupos de la Resistencia palestina en Gaza.
“Vincular ambas cuestiones es un crimen evidente que exige la condena de la comunidad internacional, de las organizaciones internacionales, de las Naciones Unidas y de todos los países del mundo libre”, reza el comunicado.
Al respecto, la declaración subrayó que el ejército israelí, con el respaldo de Estados Unidos, ha mantenido cerrado el cruce fronterizo de Rafah entre Palestina y Egipto durante 105 días, como parte del “crimen de genocidio que ambas partes están cometiendo contra los civiles en la Franja de Gaza”.
El cierre de la frontera constituye un crimen que viola el derecho internacional, el derecho internacional humanitario y todos los acuerdos internacionales, y “ha exacerbado el desastre humanitario” en la Franja de Gaza de una manera sin precedentes.
La oficina advirtió que “el crimen de bloquear la entrada de todo tipo de ayuda, suministros médicos, delegaciones médicas y medicamentos a Gaza contribuye gravemente a empeorar la situación sanitaria y humanitaria.”
La declaración responsabiliza plenamente a Israel y a Estados Unidos por las consecuencias “catastróficas” de su uso del hambre contra el pueblo de Gaza y por el cierre de la frontera de Rafah.
Además, instó a la comunidad internacional, a las organizaciones internacionales y a todos los países libres del mundo a ejercer presión sobre Israel y Estados Unidos para que pongan fin a la guerra genocida en Gaza, dejen de utilizar los alimentos como moneda de cambio y reabran el cruce de Rafah.
El 29 de diciembre, Sudáfrica presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra el régimen de Israel por el genocidio que continúa cometiendo en Gaza.
En enero, el tribunal emitió un fallo inicial en el que ordenaba a Tel Aviv abstenerse de realizar actos contemplados en la Convención sobre el Genocidio. Posteriormente, en marzo, emitió otro veredicto en el que exigía al régimen garantizar que los suministros básicos de alimentos pudieran llegar a los habitantes de Gaza.
Sin embargo, el régimen no solo ha desafiado los veredictos, sino que también ha complicado las negociaciones para un acuerdo de tregua, como las celebradas el jueves y viernes recientes en Doha, la capital de Catar.