Cazas Chengdu J-20 chinos en la Exposición Internacional de Aviación y Aeroespacial de China en Guangdong, 11 de noviembre de 2018. (Foto: Reuters)
EE.UU. expresa preocupación por lo que llama “actividades militares provocadores de China”, en referencia a un despliegue masivo de cazas chinos cerca de Taiwán.
Estados Unidos ha pedido a China que detenga su “presión” sobre Taiwán después de un número récord de vuelos diarios de aviones de combate chinos. Aviones del Ejército Popular de Liberación (EPL) realizaron 16 vuelos cerca del territorio este domingo, después de 39 el sábado y 38 el viernes.
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“Estados Unidos está muy preocupado por la provocadora actividad militar de la República Popular China cerca de Taiwán, que es desestabilizadora, corre el riesgo de errores en cálculo y socava la paz y la estabilidad regionales. Instamos a Pekín que cese su presión y coerción militar, diplomática y económica contra Taiwán”, ha dicho este domingo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, en un comunicado de prensa.
El vocero ha puesto de relieve el interés de Washington en que se mantenga la paz y la estabilidad a lo largo del estrecho de Taiwán y ha dejado claro que seguirá ayudando a la isla a mantener una “capacidad de autodefensa suficiente”. “El compromiso de Estados Unidos con Taiwán es sólido como una roca”, ha resaltado.
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El Ejército y la Armada de China realizaron un ejercicio militar con fuego real en la costa oriental en señal de advertencia y poderío a EE.UU. y Taiwán.
Los comentaros del titular estadounidense se produjeron un día después de que el Ministerio de Defensa de Taiwán denunciara que, desde el viernes, han entrado cerca de cien cazas en el espacio aéreo de la isla —sobre la que Pekín reclama soberanía—, lo que supone la mayor incursión china jamás registrada en esa zona.
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Pekín ha realizado tal desplazamiento de fuerzas después de que una fragata británica HMS Richmond pasara el lunes por el estrecho de Taiwán, en una medida destinada a desafiar el reclamo de Pekín sobre la vía fluvial estratégica.
El gigante asiático ha condenado en múltiples ocasiones la presencia militar de potencias como Estados Unidos y Europa en sus aguas sureñas, y acusa a Washington de tratar de dominar el mar de China Meridional y militarizar la zona.
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