Con el objetivo de impulsar las entregas de fertilizantes, granos y otros productos del campo provenientes de Rusia y Ucrania, el Gobierno de Estados Unidos hace lo posible por no poner obstáculos para que se cierren acuerdos comerciales con Moscú en esta materia.
Las tensiones en Europa del Este han provocado la escasez de fertilizantes rusos en todo el mundo, algo que pone sobre la mesa una crisis alimentaria en el corto y mediano plazo, sobre todo en aquellos países que no son autosuficientes en estos productos.
Por ello, de forma muy discrecional, Estados Unidos ha invitado a empresas agrícolas de varios partes del mundo a que establezcan relaciones con los productores de fertilizantes provenientes de Rusia.
De acuerdo con información de Bloomberg, el temor principal es que las sanciones económicas contra los fertilizantes rusos provoquen un alza de precios en los alimentos a nivel internacional, desatando así una crisis alimentaria.
Tantos Estados Unidos como la Unión Europea (UE) han aligerado sus sanciones en contra de la industria rusa de fertilizantes, ya que ésta es una de las proveedoras más importantes en varias regiones agrícolas del mundo. Sin embargo, algunas empresas han preferido no cerrar acuerdos con empresas de Rusia por temor a incumplir las medidas de Occidente.
Otro miedo de las potencias occidentales es que se presente una caída en los suministros de los productos del campo, lo cual podría no sólo acelerar aún más la presión inflacionaria, sino que podría haber una merma importante en los stocks de alimentos.
La Administración de Joe Biden sabe que una crisis alimentaria sólo complicaría la frágil condición económica de Estados Unidos y por eso ha iniciado pláticas con compañías y transportistas agrícolas para que no tengan temor en llegar a acuerdos con Rusia en materia de fertilizantes, según reporta Bloomberg.
Las negociaciones encabezadas por Washington se están llevando a cabo, también, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), institución que ya ha advertido las consecuencias que podría acarrear el bloqueo a los fertilizantes rusos.
Aunque los paquetes de sanciones de Occidente en contra del Gobierno de Vladímir Putin continúan, existe una presión considerable por “limitar los daños colaterales a una economía mundial que depende en gran medida del suministro de materias primas de Rusia, desde el gas natural y el petróleo, hasta los fertilizantes y los granos”, indica el medio estadounidense.