“La profundización de los lazos entre Irán y Siria debería ser motivo de gran preocupación, no solo para los aliados de EE.UU. y los países de la región, sino para el mundo en general”, así reaccionó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, en una rueda de prensa, al viaje de Raisi a Siria.
Al descartar que Washington no normalizará las relaciones con Damasco, agregó haber dejado claro a sus socios que tampoco apoya que otros países normalicen los lazos con el Gobierno sirio
El presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, llegó este miércoles a Damasco (capital siria), a la cabeza de una delegación económica y política de alto rango, para realizar una visita oficial de dos días. Tras la ceremonia oficial de bienvenida en el Palacio del Pueblo, los presidentes de Irán y Siria han mantenido una reunión con la participación de las delegaciones de ambos países.
Durante la cita, Raisi ha expresado su satisfacción por la victoria del Gobierno y pueblo de Siria, así como el frente de la Resistencia, ante el flagelo del terrorismo, destacando que los cambios, regional y extrarregionales, no han podido con las relaciones fraternales de Teherán y Damasco.
Los mandatarios, junto a altos funcionarios de ambos países, también firmaron en Damasco el Plan integral de cooperación estratégica y de largo plazo entre la República Islámica y la República Árabe Siria, y otros 14 documentos de cooperación. Se trata de la primera visita de un presidente persa, después de 13 años, desde el inicio en 2011, de una crisis de violencia alimentada por fuerzas opositoras y terroristas, apoyadas desde el exterior.