Tras 17 años de conflicto comercial, finalmente EEUU y la Unión Europea han acordado dar fin, al menos de manera temporal, al conflicto que mantenían sobre los subsidios a las aerolíneas Boeing y Airbus. Esta ha sido la disputa comercial más larga en la historia de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
EEUU (con Boeing) y la Unión Europea (con Airbus) se acusaban mutuamente de dar ayudas públicas a sus compañías. Estos subsidios, considerados ilegales tanto por Washington como por Bruselas, llevaron a que se impusieran recíprocamente aranceles a diferentes productos.
Ahora, con el acuerdo alcanzado, ambos bloques acordaron suspender estos aranceles por cinco años. Los gravámenes, aplicados a productos tan diversos como vino, queso, aceite de oliva y tractores, alcanzaban un valor total de 11.500 millones de dólares.
Esto extiende el acuerdo inicial logrado el pasado marzo durante una cumbre entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y los líderes de la Unión Europea, que extendía la suspensión hasta el 11 de julio en espera de una resolución más duradera.
“El acuerdo al que hemos llegado ahora realmente abre un nuevo capítulo en nuestra relación porque pasamos del litigio a la cooperación en aviación y eso después de casi 20 años de disputas. Es la disputa comercial más larga en la historia de la OMC”, señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa.
Por su parte, el mandatario estadounidense, quien ha manifestado tener prioridades en política exterior diferentes a las de su antecesor, Donald Trump, especialmente en lo que se refiere a la relación con la Unión Europea, ha declarado su compromiso con el acuerdo.
“Estados Unidos está de vuelta. Estamos comprometidos y nunca nos hemos ido del todo. Pero reafirmamos el hecho de que es de gran interés para Estados Unidos tener una excelente relación con la OTAN y con la UE. Tengo una forma de ver las cosas distinta a la de mi predecesor”, señaló Biden.
Una disputa de larga data
El conflicto entre los gigantes de la aeronáutica comenzó en 2004, con denuncias de subsidios de parte y parte. Washington tomó la delantera al demandar a la Unión Europa ante la OMC por las ayudas otorgadas por varios Gobiernos europeos a Airbus.
Bruselas respondió con una denuncia por los incentivos fiscales que EEUU aplicó para Boeing. En ambos casos, la OMC declaró estas ayudas ilegales y en 2019 dio luz verde para la imposición de aranceles, a lo que respondieron en 2020 desde la UE.