Palestinos caminan hacia un cruce fronterizo en el sur de la Franja de Gaza, 9 de octubre de 2023. Foto: Reuters
Los líderes de Egipto y Jordania subrayan que el desplazamiento forzado de los palestinos de la Franja de Gaza es una “línea roja” de sus respectivos países.
El presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, dijo este jueves que El Cairo considera “una línea roja” el traslado forzoso de los palestinos para resolver su problema, ya que si los palestinos son obligados a abandonar sus tierras “nunca podrán volver”, añadió.
“No aceptamos el desplazamiento forzoso de los palestinos, y tampoco aceptaremos nunca la liquidación de la causa palestina”, remarcó Al-Sisi.
El mandatario egipcio indicó también que su país envió unas 12 000 toneladas de ayuda a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, el único entre Egipto y la Franja.
Poco más tarde, el rey Abdulá II de Jordania manifestó su rechazo al desplazamiento de los palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania y lo consideró “una línea roja” para Amán y El Cairo.
“Estamos al lado del hermano Egipto en la misma trinchera. La postura que expresó hoy mi hermano, el presidente Abdel Fatah al-Sisi, confirmando el rechazo de Egipto al desplazamiento de los hermanos palestinos de sus tierras como línea roja, representa nuestra postura común”, escribió el monarca en su cuenta de X (antes Twitter).
El premier de Jordania ha advertido que cada intento por el desalojo obligatorio de palestinos se considera como “línea roja” en la política de su país.
Este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar anunció que Israel y el movimiento palestino HAMAS acordaron una tregua humanitaria que entrará en vigor este viernes a las 7.00 hora local (5.00 GMT) y se extenderá por cuatro días.
A principios de noviembre, el diario The New York Times publicó, citando a unos diplomáticos de alto rango, que Israel intenta asegurarse el apoyo internacional para trasladar a centenares de miles de habitantes de la Franja de Gaza a Egipto. La mayoría de los aliados de Israel —entre ellos EE. UU. y el Reino Unido— ya rechazaron esa propuesta.