Una semana después de que Rusia tomara el control de la estratégica y fuertemente blindada ciudad de Avdivka, en el Donbás, las fuerzas armadas de Ucrania retrocedieron del asentamiento de Lastochkino, al oeste de Avdivka, para evitar un cerco por parte de Rusia, según informó el sábado la agencia ucraniana de noticias UNN.

“Las fuerzas ucranianas informan del abandono de Lastochkino […]. Según sus palabras, los flancos y las rutas de suministro de las fuerzas armadas de Ucrania estaban amenazadas, por lo que se tomó la decisión de retirarse”, publicaron otros medios locales.

UNN aseguró que las tropas rusas se han hecho con el control de Lastochkino —situado a unos 12 km al noroeste de la ciudad de Donetsk— y están intentando avanzar hacia Severne y Orlivka.

El anuncio se produce después de que el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitri Kuleba, intentara restar importancia a las recientes derrotas —incluida la pérdida de Avdivka— sufridas por el Ejército de Kiev. “Sufrimos pérdidas en el terreno, pero no tienen importancia estratégica para la estabilidad general de la línea del frente”, alegó el sábado.

Sin embargo, estrategas militares opinan que la captura de Avdivka refuerza considerablemente la defensa de Donetsk y complica la posibilidad de un ataque por parte de Ucrania.

Esto mientras que los medios ucranianos han criticado durante la semana pasada que Ucrania aún no ha demostrado ser capaz de crear una línea defensiva estable para frustrar los avances rusos hacia el oeste y el norte de Avdivka después de la liberación de esta ciudad.

Las recientes victorias de Rusia en la batalla se logran a pesar del gran apoyo militar del Occidente a Ucrania, que ni siquiera ha alcanzado inclinar un poco la balanza de la guerra a favor de Kiev en dos años de combates.