Occidente no puede dictar a otros países soberanos cómo deben desarrollarse y no puede ignorar las decisiones y la voluntad de potencias como China y la India, declaró este martes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, durante una conferencia de prensa conjunta con su homóloga de Eswatini, Thuli Dladla.
Al ser preguntado sobre la influencia que los países occidentales, especialmente EE.UU., intentan ejercer sobre los Estados africanos para persuadirlos de que no desarrollen sus relaciones con Moscú, Lavrov afirmó que no le sorprende este hecho y que, allá donde va, “los colegas occidentales intentan emitir algunas advertencias y adoctrinar al país anfitrión para que se comporte como a los estadounidenses les gustaría”. Subrayó que Rusia “aprecia y respeta mucho” la postura de todos sus socios, que en tales situaciones actúan según sus legítimos intereses nacionales y “no se guían por órdenes de antiguas potencias coloniales y de quienes ahora quieren dominar el mundo”.
Además, el jefe de la diplomacia rusa señaló que los países occidentales están agitados, ya que el dominio que han disfrutado durante siglos está desapareciendo. “Así es la vida, por desgracia, no podemos cambiar a nuestros amigos occidentales, hacer que sean respetuosos y se comporten democráticamente de la noche a la mañana. Están agitados, ya que el dominio del que disfrutaron en el mundo por lo menos durante 5 siglos se está desvaneciendo. Está surgiendo un mundo multipolar”, dijo.
Destacó que China, la India, Turquía, Egipto, América Latina, África, “un continente enorme y rico”, son “el futuro del mundo”. “Brasil, Argentina, México, son centros poderosos en sus regiones y en gran medida para la economía mundial, como China y la India. No se les puede ignorar, y no se les puede dictar que deben desarrollarse de forma enriquecedora para Occidente”, concluyó.