Según dijo Khan en una declaración pública, tiene “motivos razonables” para creer que ambos tienen responsabilidad penal por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos durante y tras los ataques del 7 de octubre contra Israel y la posterior ofensiva militar israelí en Gaza.
Khan aseguró que también ha solicitado órdenes de arresto contra el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, así como contra otros dos altos líderes de Hamás: Mohammed Diab Ibrahim al Masri e Ismail Haniya.
El fiscal jefe de la Corte señaló que los cargos contra los líderes de Hamás incluyen exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y tortura.
“En opinión de mi oficina, estas personas planearon e instigaron la comisión de crímenes el 7 de octubre de 2023 y, a través de sus propias acciones, incluidas visitas personales a rehenes poco después de su secuestro, admitieron su responsabilidad por esos crímenes. Sostenemos que estos crímenes no podrían haberse cometido sin sus acciones”, señaló Khan.
Mientras, los cargos contra Netanyahu y Gallant, dijo el fiscal, incluyen provocar hambruna como método de guerra, causar intencionalmente grandes sufrimientos, dirigir intencionalmente ataques contra la población civil y persecución.
“Mi oficina sostiene que las pruebas que hemos recopilado, incluidas entrevistas con sobrevivientes y testigos presenciales, material de video, fotografías y audio, imágenes de satélite y declaraciones del presunto grupo perpetrador, muestran que Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana“, indicó Khan.
¿Qué pasa ahora?
La CPI, con sede en La Haya (Países Bajos), ha estado investigando las acciones de Israel en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza durante los últimos tres años, y también las acciones de Hamás desde el 7 de octubre.
Israel no es miembro del tribunal y no reconoce su jurisdicción, pero los territorios palestinos fueron admitidos como Estado miembro en 2015.
Los jueces de la CPI ahora deben determinar si creen que las pruebas son suficientes para emitir órdenes de arresto.
El plazo puede variar: a veces transcurren semanas e incluso meses entre el momento en que el fiscal de la CPI solicita una orden de arresto y el momento en que los jueces se pronuncian al respecto.
Las reacciones a las órdenes de arresto
En respuesta al anuncio, Netanyahu dijo en un comunicado que rechaza “con disgusto la comparación del fiscal de La Haya entre el Israel democrático y los asesinos en masa de Hamás”.
Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó la decisión de la CPI como “más que escandalosa”.
“Muestra hasta qué punto el sistema judicial internacional está en peligro de colapsar”, indicó.
“Cualquier intento de establecer paralelismos entre estos atroces terroristas y un gobierno democráticamente elegido de Israel… es escandaloso”, agregó.
Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Yisrael Katz, anunció que se creará un “comité especial” para hacer frente a la medida.
Katz calificó la decisión como un “ataque frontal” en contra de las víctimas de los ataques del 7 de octubre y una “desgracia histórica que será recordada para siempre”.
El ministro de Asuntos Exteriores agregó que la CPI pretende atar las manos de Israel y negarle el derecho a la autodefensa.
En tanto, un alto funcionario de Hamás, Sami Abu Zuhri, dijo que solicitar órdenes de arresto para tres líderes de Hamás “equipara a la víctima con el verdugo” y que, según él, anima a Israel a continuar su “guerra de exterminio” en Gaza.
El grupo militante palestino afirmó que la solicitud de arresto en contra de los líderes israelíes llega con “con siete meses de retraso”.
Y exigió la “cancelación de todas las órdenes de arresto emitidas contra líderes de la resistencia palestina por violar las convenciones y resoluciones de la ONU”.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, reaccionó a la petición de las órdenes de arresto diciendo que es “escandalosa”.
“La solicitud del fiscal de la CPI de órdenes de arresto contra líderes israelíes es escandalosa. Y permítanme ser claro: independientemente de lo que este fiscal pueda implicar, no hay equivalencia –ninguna– entre Israel y Hamás. Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad”, dijo el mandatario estadounidense en un comunicado.
“Acusaciones devastadoras”
Análisis de Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC
Un lenguaje legal cuidadoso se suma a una serie devastadora de acusaciones contra los tres líderes más prominentes de Hamás y el primer ministro de Israel y su ministro de Defensa.
Un panel de jueces de la CPI considerará ahora si emitir las órdenes de arresto. Los estados firmantes del estatuto de la CPI estarían entonces obligados a arrestar a los acusados si tuvieran la oportunidad.
Los 124 firmantes no incluyen a Rusia, China y Estados Unidos. Israel tampoco ha firmado. Pero la CPI ha dictaminado que tiene autoridad legal para procesar actos criminales en la guerra porque los palestinos son signatarios.
El fiscal de la CPI alega que el primer ministro y el ministro de Defensa de Israel cometieron crímenes que incluyen hacer pasar hambre a civiles como arma de guerra, asesinato, exterminio y ataques intencionales contra civiles.
Si se emiten las órdenes de arresto, significaría que el jefe del gobierno de Israel, Benjamín Netanyahu, el primer ministro con más años en el cargo, no podría visitar a sus aliados occidentales sin correr el riesgo de ser arrestado.
La única excepción, muy importante para él, sería Estados Unidos.
Lo mismo se aplicaría a Yoav Gallant, el ministro de Defensa de Israel.
Las palabras que Gallant utilizó al anunciar que Israel asediaría Gaza han sido citadas con frecuencia por críticos de la conducta de Israel.
Dos días después de los ataques de Hamás el 7 de octubre, Gallant dijo: “He ordenado un asedio completo en la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado… estamos luchando contra animales humanos y estamos actuando en consecuencia”.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, que es abogado del rey británico, escribe en su declaración que “Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”.
Los crímenes de guerra que Khan dice que cometió Hamás incluyen el exterminio, el asesinato, la toma de rehenes, la violación y la tortura.
Se cree que dos de los líderes de Hamás acusados, Yahya Sinwar (jefe de Hamás en Gaza), y Mohammed Deif (al que la CPI se refiere como Mohammed al Masri), comandante del ala militar de Hamás, se esconden en algún lugar dentro de Gaza.
Israel ha estado tratando de matarlos durante los últimos siete meses, por lo que una orden de arresto no aumenta mucho la presión sobre ellos. Pero el otro líder de Hamás que enfrenta una orden judicial es Ismail Haniya, jefe del buró político del grupo palestino.
Viaja mucho por la región y se reúne con altos líderes árabes e iraníes. Haniya tiene su base en Qatar, que, al igual que Israel, no firmó el Estatuto de Roma que creó la CPI.