A finales del 2022, la Dirección General de Centros Penales de El Salvador (DGCP) empezó a realizar el cobro de US$170 mensuales a los familiares de los presos encarcelados en algunas prisiones del país centroamericano.
Desde marzo de 2022, el sistema carcelario del Gobierno de Bukele tiene unos 64.000 reclusos que se han sumado a otros 40.000 apresados desde el régimen de excepción decretado hace un año.
En las cárceles existen las denominadas “tiendas institucionales”, a las que los parientes de los reos depositan entre 5 a 150 dólares todos los meses del año para que los reclusos puedan comprar artículos de primera necesidad, de acuerdo con el medio argentino Infobae.
“Todo lo compran a sobreprecio. Una Coca-Cola que afuera vale 2,50 dólares ahí la venden a 10 dólares″, contó el familiar de un prisionero. El reporte estimado es que El Salvador debe tener ingresos de 17 millones de dólares al mes.
Testimonios de los familiares de presos en El Salvador
Marta Ruano, madre que tiene un hijo en el penal de Zacatecoluca y a quien le dijeron que ahí ya es una medida obligatoria pagar los USD$170, teme que la exigencia se extienda a todas las cárceles del país, en una de las cuales está otro de sus hijos.
Lo mismo ocurre con la señora Gladys, otra madre que conversó con el grupo de investigadores argentinos y quien tiene a cuatro de sus hijos presos. “Va a llegar el día en que tengamos que pagar eso y así ya no voy a poder”, expresó.
La vocera del Comité de Familiares de Presos Políticos de El Salvador (COFEPPA), Ivania Cruz, explicó que: “Antes de estos cobros como el de Zacatecoluca, los familiares compraban los paquetes por su cuenta, en supermercados, en tiendas, en donde les saliera más cómodo. Y también en tiendas que hay en las afueras de los centros penales”.
¿Qué dijo Bukele sobre los cobros a los presos?
El mandatario salvadoreño citó con un emoji amoroso el tuit que el medio argentino Infobae publicó sobre la reveladora información de los cobros en las prisiones de su país.
La nueva cárcel de El Salvador es la más grande de América Latina
La cárcel fue construida para un total de 62.975 pandilleros detenidos bajo el régimen de excepción que fue decretado por el Congreso, a petición de Bukele, como respuesta a una escalada de violencia que acabó con la vida de 87 personas entre el 25 y 27 de marzo último.
El recinto está construido en un valle rural, a una corta distancia del volcán Chichontepec, a unos 74 km al sureste de San Salvador, y lleva como nombre Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), lo que resalta del lugar es que existen rigurosos controles para el ingreso.
