Jorge Rodríguez anuncia que la delegación chavista no viajará a México este domingo para una nueva ronda de diálogo
La extradición a Estados Unidos de Alex Saab, el empresario colombiano señalado como operador financiero del Gobierno venezolano, ha desarmado al chavismo. Como primera respuesta, el Ejecutivo de Nicolás Maduro ha anunciado este sábado que se levantan de la mesa de negociación con la oposición en México. Una reacción que muestra el enorme valor que tiene para el chavismo la figura de Saab. En Estados Unidos, el empresario, detenido en Cabo Verde hace 16 meses, se enfrentará a un juicio por presunto lavado de dinero relacionado con el Gobierno de Venezuela.
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación chavista en la mesa de diálogo que se ha estado desarrollando en México, con la intermediación del Gobierno de Noruega, ha sido quien ha anunciado la retirada. Rodríguez ha asegurado que la extradición supone “una agresión inaceptable que viola principios legales internacionales y que contradice el ánimo constructivo que debe privar en toda negociación política”.
Acompañado por todo el equipo negociador de Nicolás Maduro en México, ha advertido de que Venezuela seguirá usando “todos los medios disponibles a su alcance” para hacer justicia con Saab. “Culpamos al gobierno de Iván Duque, a los Estados Unidos y a los sectores irracionales de la ultraderecha venezolana, como Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Paparoni del fin de las conversaciones”, ha dicho.
La airada respuesta del chavismo ha sido la última de una tarde llena de reacciones tras conocerse la extradición. Los sectores civiles y políticos de la oposición han sido los primeros en celebrar la noticia, donde ha dejado una sensación de justicia.
En el Gobierno, en cambio, acusan los efectos de un noble golpe político, a través del que Estados Unidos puede obtener información privilegiada sobre la cartografía del chavismo para evadir las sanciones internacionales y sobre sus movimientos de dinero. El Ejecutivo ha decidido cerrar disciplinadamente filas en torno a Saab, luchando a brazo partido para mantener su narrativa, según la cual el colombiano es un diplomático al servicio del Gobierno de Venezuela, representante permanente en la mesa de diálogo, secuestrado injustamente por los Estados Unidos con la complicidad del Gobierno de Cabo Verde.
“El Gobierno venezolano repudia esta grave violación a los Derechos Humanos contra un ciudadano venezolano investido como diplomático y representante de nuestro país ante el mundo”, afirma un comunicado oficial emitido tras conocerse la noticia.
Desde la oposición, Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia, ha declarado desde Bogotá que la extradición “es un paso fundamental que conduce a la justicia y la verdad ante lo que ha sido el saqueo, la corrupción y la red de crimen organizado que hoy sostiene y alimenta al régimen de Maduro.” Borges agregó que la extradición de Saab también es un llamado “a quienes sostienen y son cómplices de Maduro. No importa cuánto tarde, pero la justicia llega. Puede ser hoy o mañana, pero siempre llega.”
En las redes sociales han abundado las felicitaciones y los elogios a Roberto Deniz, periodista venezolano del portal especializado de investigación Armando.Info, quien ha publicado una serie de reportajes en los que demuestra, entre otras cosas, operaciones incorrectas de Saab para adquirir comida de pésima calidad que sería comercializada en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), uno de los programas asistenciales de Maduro. Enfrascado en una fuerte campaña de defensa y limpieza de la imagen de Saab, el Gobierno ha ido aumentando presión sobre Deniz, hoy exiliado en Bogotá, con acusaciones judiciales y amenazas a su familia en Caracas.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, también ha tratado de desmentir todas las acusaciones contra el empresario colombiano: “A diferencia de quienes promueven la producción y tráfico de drogas como sustento del Estado colombiano y de su economía, Alex Saab es un diplomático venezolano inocente, víctima de secuestro y violación de sus Derechos Humanos que ha servido a nuestro país frente al inmoral bloqueo imperial”.
El chavismo ha tomado, además, otra medida de represalia contra Estados Unidos de efecto inmediato. Alirio y José Zambramo, dos de los cinco gerentes de Citgo, -la filial comercializadora de combustible propiedad del Gobierno de Venezuela en Estados Unidos-, de nacionalidad venezolana y estadounidense, fueron llevados nuevamente a prisión bajo acusaciones de corrupción. Estados Unidos ha protestado por la medida y exigido su liberación.