El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, cree que los países de la Alianza deberían permitir a Ucrania que emplee las armas donadas por Occidente para atacar a Rusia dentro de su territorio nacional, e instó a los socios atlánticos a levantarle a Kiev la prohibición de hacerlo.
“Si le deniegas a Ucrania el derecho de atacar objetivos militares en territorio ruso, entonces se lo pones muy difícil para que puedan ejercer su derecho a la autodefensa“, afirmó Stoltenberg en una entrevista difundida este viernes por el semanario de información británico The Economist.
El líder de la OTAN amparó en el derecho a la legítima defensa “consagrado en la Carta de Naciones Unidas” la posibilidad de que Ucrania pueda atacar dentro del territorio de Rusia y aseguró que esto es “legal”, siempre y cuando se traten de “objetivos militares y legítimos”.
“Ha llegado el momento de que los aliados consideren si deben levantar algunas de estas restricciones impuestas a las armas que han donado a Ucrania, porque tenemos que recordar que esto es una guerra de agresión de Rusia, que Ucrania tiene el derecho a defenderse y que esto incluye atacar a objetivos en territorio ruso”, aseveró.
Stoltenberg ve necesario levantar el veto al uso de armas occidentales especialmente ahora, dado el mapa de guerra actual, en el que “hay combates a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania”, sobre todo en la región de Járkov, “donde la línea de frente y la de la frontera es más o menos la misma”.
Las palabras de Stoltenberg llegan después de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también pidiese este jueves a los países occidentales que le envían ayuda militar que permitan a Kiev atacar infraestructuras situadas dentro de Rusia desde las que el Ejército del Kremlin golpea territorio ucraniano.
Zelenski lamentó, en un discurso a la nación, que su Ejército siga sin poder “destruir” las “lanzaderas de misiles” con las que Rusia ataca a Ucrania desde el otro lado de la frontera debido a las restricciones impuestas por los países de la OTAN que les han donado armas y también por la falta de misiles de largo alcance.
La mayoría de aliados de Ucrania le han prohibido hasta el momento utilizar el armamento que han enviado a Kiev para atacar dentro de Rusia por miedo a posibles represalias directas de Moscú.
El Reino Unido dio el primer paso y autorizó recientemente a Ucrania a golpear territorio enemigo con su armamento, pero Estados Unidos, Francia y la mayor parte de los aliados de Kiev no han cambiado oficialmente su política.