Washington tiene que prepararse ante un posible conflicto futuro que, en caso de estallar, no se parecerá en nada a “las viejas guerras”, según advirtió el viernes el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, que subrayó la necesidad de que la defensa estadounidense asuma una “nueva visión”.
En su primer gran discurso político, pronunciado con motivo de su visita al Comando del Pacífico de EE.UU. en Pearl Harbor, Hawái, el secretario de Defensa aseguró que “la forma en la que combatiremos en la próxima gran guerra será muy diferente a la forma en que peleamos en las últimas”.
Por esa razón, pidió aprovechar los avances tecnológicos y una mejor integración de las operaciones militares a escala mundial para “comprender más rápido, decidir más rápido y actuar más rápido“.
“No podemos predecir el futuro”, admitió Austin, que resumió así lo que necesita EE.UU. en el ámbito de la Defensa: “una combinación correcta de tecnología, conceptos operativos y capacidades, todos entretejidos de tal forma en red que sea tan creíble, tan flexible y tan formidable que hará que cualquier adversario se detenga”.
“La piedra angular es la disuasión”
Al mismo tiempo, el jefe del Pentágono se hizo eco de la promesa del presidente Joe Biden de poner la diplomacia en primer lugar en la política exterior estadounidense. En este sentido, detalló que Washington continuará persuadiendo a los enemigos potenciales de que “los costos y riesgos de la agresión no concuerdan con ningún beneficio concebible”.
“La piedra angular de la defensa de EE.UU. sigue siendo la disuasión, asegurar que nuestros adversarios comprendan la locura de un conflicto abierto”, apuntó Austin, que no mencionó explícitamente a ningún rival.