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La ONU
Varias compañías aéreas ya han anunciado retrasos o cancelaciones de vuelos con destino a Kazajistán mientras que el aeropuerto de Almaty había sido tomado por los manifestantes.
En la foto: varias personas alrededor de un coche policía en llamas.
Entrada la noche del 5 de enero, los policías intentan controlar las protestas masivas en algunas regiones con las sirenas encendidas y agentes químicos para dispersar a la multitud de manifestantes.
En la foto: un operativo policial recorre las calles de Almaty.
El 1 de enero entraron en vigor las nuevas tarifas de gas licuado de petróleo que duplicaron su precio. Estas medidas enardecieron a miles de ciudadanos que salieron a las calles para expresar su rechazo y exigir al Gobierno kazajo reducir el precio a 50 tenge por litro, unos 0,12 dólares.
En la foto: un hombre capta imágenes con su teléfono en una de las calles de Kazajistán.
Ante las exigencias de miles de manifestantes, las autoridades anunciaron las reducciones de precios de gas e incluso el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, aceptó la dimisión del Gobierno.
En la foto: varios manifestantes se plantan frente a la policía kazaja durante las protestas.
La ciudad kazaja de Almaty fue donde mayor cantidad de manifestantes se movilizaron enfrentándose a la policía, quienes a su vez buscaban dispersar las masivas protestas con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos.
En la foto: varios manifestantes atacan a un coche de la policía en Almaty.
En medio de los disturbios, los manifestantes asaltaron el ayuntamiento de la ciudad de Almaty, donde se produjo un incendio. Mientras tanto, las protestas se extendieron a otras ciudades de Kazajistán y el Gobierno decidió decretar estado de emergencia en la región de Almaty y Nur-sultán del 5 al 19 de enero.
En la foto: un oficial kazajo en el interior de un furgón policial con el parabrisas roto tras los enfrentamientos.
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“Los llamamientos a atacar oficinas civiles y militares son completamente ilegales. Se trata de un delito que puede ser castigado. (…) Lo que necesitamos no es conflicto, sino confianza mutua y diálogo”, dijo en un mensaje a la nación el presidente kazajo Kasim-Yomart Tokáev.
En la foto: las oficinas del partido Nur Otan destruidas por los manifestantes.
En tanto, los manifestantes de la ciudad kazaja de Taldikorgán derribaron el monumento del expresidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, que dirigió el país desde 1990 hasta 2019.
En la foto: varios manifestantes se movilizan en un camión durante las protestas en contra de la subida de los precios del gas licuado de petróleo.
Ante la crecida de los disturbios y protestas, las autoridades extendieron el estado de emergencia para todo el país hasta el 19 de enero.
En la foto: varios oficiales kazajos cerca de una barricada durante las protestas.
Durante el estado de emergencia está prohibido la circulación libre, incluidas personas y transporte. También están restringidas la organización de concentraciones o reuniones masivas de cualquier tipo. Además, se dictaminó un toque de queda que regirá desde las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana.
En la foto: un coche quemado cerca de la oficina de un alcalde en Almaty.
Varias compañías aéreas ya han anunciado retrasos o cancelaciones de vuelos con destino a Kazajistán mientras que el aeropuerto de Almaty había sido tomado por los manifestantes.
En la foto: varias personas alrededor de un coche policía en llamas.
Entrada la noche del 5 de enero, los policías intentan controlar las protestas masivas en algunas regiones con las sirenas encendidas y agentes químicos para dispersar a la multitud de manifestantes.
En la foto: un operativo policial recorre las calles de Almaty.
El 1 de enero entraron en vigor las nuevas tarifas de gas licuado de petróleo que duplicaron su precio. Estas medidas enardecieron a miles de ciudadanos que salieron a las calles para expresar su rechazo y exigir al Gobierno kazajo reducir el precio a 50 tenge por litro, unos 0,12 dólares.
En la foto: un hombre capta imágenes con su teléfono en una de las calles de Kazajistán.
Ante las exigencias de miles de manifestantes, las autoridades anunciaron las reducciones de precios de gas e incluso el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, aceptó la dimisión del Gobierno.
En la foto: varios manifestantes se plantan frente a la policía kazaja durante las protestas.
La ciudad kazaja de Almaty fue donde mayor cantidad de manifestantes se movilizaron enfrentándose a la policía, quienes a su vez buscaban dispersar las masivas protestas con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos.
En la foto: varios manifestantes atacan a un coche de la policía en Almaty.