El portaviones más avanzado y caro de la Armada de EE.UU., el USS Gerald R. Ford, zarpó este martes desde su base, en Virginia, en su segundo despliegue operativo y primera misión de crucero, después de haber sufrido una serie de problemas técnicos y de otra índole tras su entrega oficial hace 4 años.
De acuerdo con Navy Times, la nave ahora encabeza el grupo de ataque que está formado por los destructores Ramage, McFaul y Thomas Hudner, que también zarparon de sus bases. Así, el grupo, que terminó sus prácticas de acción conjunta en abril, se dirige a la Sexta Flota de EE.UU., donde ejercerá de apoyo para las fuerzas navales estadounidenses que operan en Europa y África.
En su primer despliegue operativo completo, el USS Gerald R. Ford sustituirá al portaviones USS George H.W. Bush, de propulsión nuclear, de la clase Nimitz, que, por su parte, regresó recientemente a la base naval de Norfolk, situada en el estado de Virginia tras concluir un despliegue de casi ocho meses en la Sexta Flota.
“La nave [USS Gerald R. Ford] obtuvo todas sus certificaciones y cumplió con todos los requisitos para el despliegue. Está programado que sea desplegada la primera semana de mayo”, señaló en abril el capitán de navío Brian Metcalf, responsable del programa de portaviones de la clase Ford, citado por el USNI. “Esperamos que su despliegue dure al menos 6 meses”, precisó.
Se prevé que el USS Gerald R. Ford realice operaciones rutinarias en aguas de toda Europa, al menos inicialmente. El portaviones ya realizó un breve despliegue operativo en el Atlántico el año pasado, que incluyó ejercicios con aliados y socios europeos, pero la propia Armada estadounidense admitió que era más bien una prueba de las capacidades generales del buque, con un rico historial de problemas de toda índole.
Cabe añadir que los grupos de ataque de los portaviones de las armadas de todos los países suelen estar escoltados durante sus despliegues por uno o más submarinos de ataque.
Sin embargo, la verdadera misión del grupo de ataque del USS Gerald R. Ford sigue siendo incierta, indica un comentario del portal especializado The Drive, al proponer dos posibles áreas de actuación: Europa, una región sumida a una de las crisis de seguridad “más grave en años”, u Oriente Medio, que ha vivido últimamente un aumento notable de la tensión