Ni el Ejecutivo de Nayib Bukele ni el Parlamento han convocado a eventos públicos en el marco de la histórica fecha.
El Salvador cumple este domingo (16.01.2022) el 30 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz (1992) -que pusieron fin a 12 años de guerra civil- sin actos oficiales programados y con una convocatoria para una nueva marcha contra el Gobierno de Nayib Bukele.
Ni el Ejecutivo de Bukele ni la Asamblea Legislativa han convocado a eventos públicos en el marco de la histórica fecha, esto debido a que el mandatario salvadoreño ha catalogado como una “farsa” dicho acontecimiento.
El Congreso -presidido por el diputado oficialista y exsecretario del Ejecutivo Ernesto Castro- aprobó el 11 de enero un decreto para declarar el 16 de enero como el Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado, que dejó unas 75.000 muertes y más de 8.000 personas desaparecidas. En esa misma sesión, los diputados derogaron la conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz.
Sin embargo, no se conoce de un evento oficial y público para homenajear a los miles de víctimas de la guerra, que enfrentó a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y al Ejército. Lo que sí ha circulado en redes sociales han sido convocatorias para manifestarse nuevamente en contra del Gobierno de Bukele a propósito del 30 aniversario de la paz.
Esta sería al menos la quinta marcha contra el Gobierno que se realiza desde el 7 de septiembre de 2021, cuando cientos de personas se manifestaron en contra de la implementación de la Ley Bitcóin que permite el uso de la criptomoneda como método de pago junto al dólar. Las siguientes marchas concentraron a miles de personas salvadoreñas.
Se prevé que a la marcha asistan miembros de organizaciones sociales, de movimientos de veteranos de guerra y exguerrilleros, de organizaciones de feministas y miembros de la comunidad LGTBI.
Los Acuerdos de Paz incluyeron reformas a la Fuerza Armada para desligarla de la seguridad ciudadana y la creación de la Policía Nacional Civil (PNC). Además, se fortaleció la independencia del Órgano Judicial y de la Fiscalía General de la República (FGR) y también permitieron la creación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Entre las causas que motivaron el enfrentamiento armado fueron la pobreza, la exclusión social y la desigualdad en la redistribución de la riqueza, problemáticas que aún siguen vigentes, además de décadas de represión por la dictadura militar.