Todo en marcha para elegir a un nuevo Pontífice. El Vaticano avanza estos días en la preparación de la Capilla Sixtina para acoger el cónclave instalando las mesas y las estufas donde los cardenales quemarán sus votos con los que elegirán al sucesor del Papa Francisco.
En unas imágenes difundidas por el Vaticano este sábado se observa cómo los operarios continúan con las instalaciones en el interior de la Capilla Sixtina. Así, la primera misión ha sido colocar la estufa y la chimenea en el tejado de la Sixtina que anunciará al mundo si hay papa. Tras la votación, los votos de los cardenales son quemados y el color del humo indicará el resultado: si es blanco, significará que ha habido acuerdo; si es negro, las deliberaciones deberán continuar.
Los bomberos ya colocaron este viernes la chimenea y las dos estufas, ya que desde hace años se utiliza una auxiliar en la que se introducen productos químicos para garantizar un color nítido al humo. Además, han sido conectadas con la chimenea del exterior mediante un largo tubo que recorre la pared interna de la capilla, sobre los históricos frescos que la decoran.
Una docena de trabajadores asistirán en el cónclave a los cardenales, entre los que está un técnico especializado del Vaticano que “permanecerá durante todo el tiempo de las votaciones en un pequeño cuarto técnico adyacente a la Sixtina, con un mando a distancia para la estufa (que hoy día se activa electrónicamente), preparado para intervenir de inmediato en caso de necesidad, de modo que ningún imprevisto pueda obstaculizar la esperada y simbólica fumata blanca”.
Así lo asegura el ingeniero Silvio Screpanti, subdirector del Área de Infraestructuras de la Dirección de Infraestructuras y Servicios de la Gobernación del Vaticano, en una entrevista difundida también este sábado por el Estado Vaticano.
Desde el inicio de los trabajos preparatorios para alojar a los cardenales que celebran el cónclave, ese técnico forma parte de un equipo de 12 personas entre técnicos y floristas que permanecen en el cónclave “para prestar asistencia, garantizando en particular la funcionalidad de los sistemas eléctricos, de iluminación y de climatización, tanto en la Sixtina como en los alojamientos, además de prestar apoyo a los ceremonieros en el uso de la estufa y en el movimiento del mobiliario”.
Screpanti explicó que un equipo de ceremonieros velarán para evitar cualquier imprevisto y lograr que la estufa y sus fumatas funcionen como es preceptivo. “Los ceremonieros han recibido en estos días la formación necesaria por parte del personal de la Dirección para utilizar correctamente la estufa, y se han realizado con discreción todas las pruebas necesarias de emisión de humo”, dijo, antes de explicar que el citado técnico permanecerá encerrado para socorrer a los cardenales en la quema de las papeletas con los votos.
El ingeniero también indicó que la Dirección está actualmente empleando a “más de 40 operarios internos -entre carpinteros, herreros, montadores de estructuras, instaladores, floristas y personal de limpieza-, además de unos 20 trabajadores de apoyo proporcionados por empresas externas”. Asimismo, informó de que más de “una decena de técnicos se ocupan de la planificación, supervisión de los trabajos y coordinación de la seguridad laboral, mientras que el personal administrativo se encarga de contabilizar los costes y gestionar los encargos de compra”.