La gripe aviar, una enfermedad que hasta hace poco afectaba de forma exclusiva a las aves, está evolucionando rápidamente e, incluso, está a una sola mutación de poder transmitirse entre humanos. Los investigadores del Scripps Research Institute de San Diego (California), responsables de este descubrimiento publicado en la revista Science, subrayan la necesidad de una vigilancia intensiva y una preparación proactiva frente a un patógeno potencialmente pandémico.
Esta enfermedad infecciosa debe su nombre a que originalmente afectaba solo a aves, sobre todo patos y gaviotas, pollos, pavos o codornices. Sin embargo, el virus ha demostrado cierta capacidad de adaptación, extendiéndose a más de 50 especies diferentes, incluidos mamíferos. En EEUU, por ejemplo, este año se han detectado brotes en 688 rebaños de ganado vacuno lechero de quince estados, afectando a vacas que, hasta ahora, no habían sido consideradas un hospedador habitual.
Pero lo más alarmante es que también se han confirmado varios casos en humanos. En 2024, al menos 58 personas se han infectado en EEUU por el virus H5N1: 21 habían tenido contacto con aves de corral afectadas y 35 son trabajadores expuestos a ganado lechero infectado. Si bien aún no se han detectado casos de contagio entre humanos, la gripe se está transmitiendo entre mamíferos de las granjas y de estos animales a los empleados, que de momento solo presentan síntomas leves.
Desde 2003 -cuando se inició la vigilancia del virus- hasta el 20 de septiembre de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha notificado más de 900 casos humanos de infección por la gripe aviar en 24 países, con una letalidad del 51,4%. En dicho periodo, las naciones que han notificado más casos han sido Egipto e Indonesia. Mientras, desde 2020 y hasta la fecha, no se han confirmado casos de infección humana en la Unión Europea ni en España.
Ahora bien, el reciente estudio del Scripps Research Institute ha identificado una mutación, denominada Q226L, que podría facilitar la transmisión del virus entre personas. Esta mutación afecta a una proteína viral clave, la hemaglutinina, que permite al virus adherirse a los receptores de las células del huésped. Mientras que el H5N1 tiene una alta afinidad por las células de las aves, la mutación puede provocar que el virus se adapte también a humanos.
De esta manera, aunque el virus rara vez se adapta a los humanos, si evoluciona para reconocer este tipo de receptores en las personas podría adquirir la capacidad de infectar y posiblemente transmitirse entre humanos. “Los hallazgos demuestran la facilidad con la que este virus podría evolucionar para reconocer receptores de tipo humano”, afirma Ting-Hui Lin, investigador principal del estudio.
“Nuestros experimentos revelaron que la mutación Q226L podía aumentar significativamente la capacidad del virus para dirigirse y adherirse a los receptores de tipo humano. Esta mutación da al virus un punto de apoyo en las células humanas que antes no tenía, por lo que este hallazgo es una señal de alarma para una posible adaptación a las personas”, explica James Paulson, catedrático del Scripps Research.
Sin embargo, los científicos subrayan que una sola mutación no garantiza la transmisión eficaz entre personas, pues se necesitarían otras alteraciones genéticas para que el virus se propague de manera sostenida. Hasta ahora, en las ocasiones en las que los virus aviares han logrado infectar y transmitirse entre humanos, lo han hecho adaptándose para unirse con los receptores con múltiples mutaciones (al menos tres).
La última evaluación del Ministerio de Sanidad sugiere que, aunque los casos humanos de gripe aviar en EEUU han aumentado, la transmisión de aves o mamíferos, incluido ganado vacuno, a humanos continúa siendo poco frecuente y el contagio entre personas es “extremadamente raro”. “El riesgo para la población general se considera muy bajo, y se considera bajo para los trabajadores expuestos a animales enfermos sin incidencias en la utilización de los equipos de protección personal”, añade.
En Europa no se han detectado casos humanos hasta la fecha y, en España, se llegó a detectar el virus en muestras de trabajadores asintomáticos en octubre de 2022 y febrero de 2023, pero finalmente fueron interpretadas como contaminaciones. En cuanto a mamíferos, solo se ha detectado un foco en una granja de visones en Galicia en 2022.
No obstante, si nos centramos en las aves, entre las temporadas 2021-2024, España ha registrado una fluctuación en los focos de gripe aviar, siendo el registro más elevado entre el 1 de julio de 2022 y el 30 de junio de 2023, con 125 focos en aves silvestres, 7 en aves de corral, y 1 en aves cautivas. En lo que llevamos de temporada, desde el 1 de julio de 2024 y hasta el 7 de noviembre, se han confirmado 14 focos en aves silvestres y 1 en aves cautivas.
Con todo, los responsables de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) indicaron esta semana que la evolución de la gripe aviar requiere de “una vigilancia tan intensiva como sea posible”. A pesar de que las autoridades aseguran estar preparadas en cuanto protocolos de actuación, los expertos señalan que es posible que el sistema español “no funcione” cuando llegue la próxima pandemia.
El vicepresidente de SEIMC y presidente de la Alianza Latinoamericana de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (ALEIMC), el doctor Francisco Javier Membrillo, resalta que es cierto que el H5N1 es el patógeno “con más potencial pandémico” de la actualidad, pero ha puntualizado que “eso no quiere decir que vaya a serlo”. “No es tan sencillo como que dentro de una mutación llega el apocalipsis”, recalcan los expertos.