Los candidatos presidenciales de los siete principales partidos al 23 de julio en orden de representación parlamentaria.
Los españoles votan en unas elecciones generales muy disputadas en que la extrema derecha será clave en el gobierno por primera vez tras la vuelta a la democracia.
Este domingo más de 37 millones de españoles están llamados a votar en las elecciones generales para elegir el futuro presidente y gobierno del país. Tan solo dos candidatos de ámbito nacional repiten respecto a 2019: Pedro Sánchez (PSOE) y Santiago Abascal (Vox) ante los nuevos liderazgos al frente de sus partidos de Alberto Núñez Feijóo (PP) y Yolanda Díaz (Sumar).
Entre los partidos nacionalistas e independentistas que esta legislatura han tenido grupo propio en el Congreso no hay cambios. ERC seguirá llevando a Gabriel Rufián como cabeza de lista, el PNV a Aitor Esteban y EH-Bildu a Mertxe Aizpurúa.
La votación, convocada hace dos meses por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras la paliza que sufrió su formación política, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en las elecciones regionales y municipales de mayo, será un termómetro político que revelará qué bloque es el más fuerte: el de izquierda o el de derecha.
Si bien se espera que el conservador Partido Popular (PP), de la oposición, termine primero, las encuestas vislumbran que no alcanzará la mayoría absoluta, por lo que tendrá que cabildear con el partido de extrema derecha Vox para formar gobierno.
Sánchez ha descrito la votación de este domingo como un “enfrentamiento crucial entre las fuerzas del progreso y las fuerzas del conservadurismo reaccionario”.
El presidente del Gobierno argumenta que solo el PSOE y la nueva alianza de izquierdas Sumar, encabezada por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo de España, Yolanda Díaz, pueden defender y cumplir la agenda progresista que ha perseguido durante los últimos cuatro años, según indica este domingo el diario británico The Guardian.
Pero, el PP y Vox, que han forjado más coaliciones regionales de gobierno desde las elecciones de mayo, acusan a Sánchez y a sus socios gubernamentales minoritarios en la alianza Unidas Podemos de ser débiles, oportunistas y más.
En el último día de campaña electoral en España, el candidato a la reelección, Pedro Sánchez, desmiente los sondeos, asegurando su victoria frente a la derecha.
Aunque el PP siempre ha liderado las encuestas y ha llevado a cabo una campaña agresiva, sufrió una mala última semana debido a desaciertos de su líder, Alberto Núñez Feijóo.
Sánchez, quien fue derrotado por Feijóo en el único debate cara a cara entre los líderes de los dos partidos más grandes de España, aprovechó la polémica y la confusión como prueba del creciente regreso de la izquierda.
“Veo una derecha y una extrema derecha que están absolutamente en la bancarrota”, dijo en el último mitin de campaña de su partido cerca de Madrid el viernes por la noche. “El avance socialista es imparable. Lo único que pido es que todos apostemos al rojo el domingo para ganar las elecciones y garantizar cuatro años más de progreso”.
Feijóo instó a los españoles a votar “para unir de nuevo a nuestro país” y dijo que, a diferencia de Sánchez, no estaba en deuda con nadie.
Vox, que ha hecho de las guerras culturales una parte central de su campaña, llamó a los españoles a salir y hablar. Al dirigirse a un mitin en Madrid el viernes, el líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, arremetió contra el gobierno por negligencia ante una serie de asuntos.