La esperada reunión de este lunes entre los líderes de la Unión Europea en Bruselas para abordar la defensa comunitaria ha terminado como se esperaba: sin un acuerdo claro. De hecho, el objetivo de esta reunión informal ya advertía de que no se esperaba sacar ninguna conclusión formal, sino “mantener un debate” sobre las prioridades militares de la UE, garantizar su financiación y reforzar las asociaciones existentes, en especial con Estados Unidos tras las recientes amenazas de Donald Trump de aplicar aranceles a los países europeos.
En este sentido, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, aseguró este lunes ante la perspectiva de que Estados Unidos imponga aranceles a los Veintisiete, como ya ha hecho con Canadá, China y México (aunque con este último los ha suspendido un mes tras hablar con la presidenta mexicana), que no hay “ganadores” en las guerras comerciales. “Por supuesto, nos estamos preparando también por nuestro lado, pero lo que está claro es que no hay ganadores en las guerras comerciales”, declaró a su llegada a la reunión informal de Bruselas.
Kallas insistió en que que si Estados Unidos inicia una guerra comercial, “quien se reirá del otro lado será China”. “Estamos muy interconectados. Necesitamos a Estados Unidos y Estados Unidos nos necesita a nosotros también. Los aranceles incrementan los costes. No son buenos para los empleos y tampoco para los clientes. Eso está claro”, dijo.
En el marco del retiro informal de líderes de este lunes varios mandatario europeos han valorado la actual tensión entre las Veintisiete y Estados Unidos. El canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que si así ocurre, la Unión Europea reaccionará con medidas arancelarias contra Estados Unidos. “Está claro que como el espacio económico más fuerte (del mundo), podemos diseñar nuestras propias cuestiones y también podemos reaccionar con medidas arancelarias. Esto debemos hacerlo y lo haremos, pero el objetivo debe ser que haya cooperación”, manifestó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que si Europa es atacada en el plano comercial “deberá hacerse respetar y reaccionar”. El mandatario francés señaló que la pandemia de covid, la guerra rusa contra Ucrania y las declaraciones de la nueva administración Trump “empujan a los europeos a estar más unidos, ser más activos para responder a las cuestiones de su seguridad colectiva” y a “ir más lejos en su industria defensa”, “asumir que hay que invertir más” y “tener una preferencia europea” en este área.
Por su parte, el primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que sería “una paradoja cruel si en este momento de amenaza directa por parte de Rusia y expansión de China encontramos una razón para entrar en conflicto con nuestros aliados”. “Tenemos que hacer todo lo posible para evitar esta guerra de aranceles totalmente estúpida e innecesaria, pero, al mismo tiempo, durante las posibles negociaciones con nuestros amigos estadounidenses no podemos perder el sentido común, la conciencia de nuestros intereses y la confianza y respeto por nosotros mismos”, aseguró.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, afirmó que “nunca” apoyará la idea de “luchar contra los aliados”, pero que “por supuesto, si Estados Unidos impone aranceles duros a Europa, necesitamos una respuesta colectiva y contundente”. En el mismo sentido se prounció el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, que aseguró que están “preparados” desde la UE ante los posibles aranceles. “Tenemos que negociar con Trump, pero esta es una de las cuestiones más importantes hoy en día. No voy a empezar una guerra. Quiero empezar a negociar”, aseveró.
En la cumbre informal de este lunes liderada por el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha sido invitado el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, que ha recalcado la la importancia que su país otorga tanto a la relación con Estados Unidos como con la Unión Europea. “Ahora es el momento de dar un paso adelante en todos los frentes, tanto con EEUU como con la UE. No es el momento de retroceder en ninguno de los dos frentes”, ha dicho.
También ha sido invitado el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ya que una cuestión fundamental de las reuniones de este lunes era el gasto en defensa que pide la Alianza a sus miembros y en la que tanto insiste el nuevo presidente Estadounidense, que pide que se acerquen al 5% del PIB. Sobre esto, Kallas recordó que el objetivo estaba en destinar el 2% del PIB a defensa, según lo acordado por los países de la OTAN en 2014, pero que ahora hay que “hacer más porque tenemos una guerra a gran escala en marcha en Europa y Rusia no ha cambiado su objetivo”.
Rutte, por su parte, ha reiterado que los miembros de la alianza deberán gastar “considerablemente más” del 2% del PIB en Defensa, actual objetivo de inversión, y que los europeos tienen que asumir la carga de apoyar a largo plazo a Ucrania. “El nivel exacto lo decidiremos dependiendo de las carencias de capacidades militares que detectemos. En base a eso decidiremos el nuevo compromiso pero será considerablemente más alto del 2%“, ha argumentado, sobre renovar el listón de gasto que en 2014 se fijó en el 2% y que a día de hoy cumplen 23 de los 32 aliados de la OTAN, con España a la cola con el 1,28%.