Con la captura de Mariúpol, Rusia lograría un importante objetivo en su invasión a Ucrania. El experto militar austríaco Walter Feichtinger ve en esto una oportunidad para poner fin a la guerra.
Las tropas rusas y prorrusas anunciaron tener la ciudad portuaria de Mariúpol bajo control.
Deutsche Welle: Sr. Feichtinger, después de ocho semanas de guerra, Mariúpol está bajo control ruso, a excepción de la acería Azovstal. Putin habló de un éxito y de la “liberación de Mariúpol”. ¿Puede calificarse de éxito ruso la toma de esa ciudad? Si es así, ¿desde qué punto de vista?
Walter Feichtinger: cuando el presidente Putin califica de éxito la toma de Mariúpol, eso hay que ponerlo, al menos, entre comillas, y ver las fotos de Mariúpol. Se trata de una ciudad que ha quedado reducida a escombros, en la que se ha llorado a un número increíble de víctimas civiles, pero en la que, en esa siderúrgica, también queda una resistencia residual que puede empañar un poco esta victoria rusa. Pero también muestra lo absolutamente necesario que es para el presidente Putin poder mostrar un triunfo, porque la guerra hasta ahora no ha sido una historia de éxito.
Walter Feichtinger es un experto militar y general de brigada retirado de las Fuerzas Armadas austriacas.
Desde el punto de vista militar, por supuesto, ya ha habido algún éxito por parte de Rusia. Una vez que Mariúpol esté bajo control ruso, será posible establecer un puente terrestre desde Crimea hasta el oblast de Donetsk. Con esta amplia zona contigua desde Jersón, pasando por Mariúpol, hasta las provincias de Donetsk y Lugansk, Rusia puede ejercer ya una enorme presión. Ese es quizá el objetivo de la siguiente fase, en la que también se podría pensar en conversaciones y diálogos de paz, porque Rusia ha conseguido tener bajo control una gran parte del territorio.
Tampoco debemos subestimar el valor simbólico de ello. Mariúpol ya era un objetivo declarado en 2014, cuando se pretendía establecer esas zonas separatistas. También fue atacada muy brevemente, pero pudieron repeler el ataque.
Putin no quiere asaltar la acería de Azovstal, sino asediarla. ¿Qué razones podría tener para ello?
Es comprensible desde el punto de vista militar, porque una lucha en una zona así es increíblemente costosa, habría que esperar muchas bajas. En el lado ruso, tienden a utilizar el, diría, pérfido método de encerrar al enemigo allí, bombardeándolo desde el aire, y esperar hasta que simplemente se quede sin nada: armas, municiones y, por supuesto, también sin comida.
Un número indeterminado de soldados y civiles se han atrincherado en la acería Azovstal, en Mariúpol.
De momento, no veo grandes razones políticas [para asaltar la siderurgia, N. de la R.]. Se trata de obtener el control militar de toda Mariúpol y liberar a sus propias fuerzas.
¿La captura de Mariúpol permitirá que Rusia proporcione más tropas, en vista de una ofensiva en el Donbás?
Esa es, presumiblemente, la esperanza del lado ruso, y, como resultado de ello, miles de soldados serían retirados de allí. Sin embargo, esta no es la gran fuerza que se puede lanzar para decidir la batalla. Se trata de un pequeño refuerzo en vista de la amplia zona que aún no está bajo control ruso, especialmente en la región de Donetsk.