La ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, y otros políticos alemanes reconocieron que tienen vínculos familiares con el pasado nacionalsocialista del país.
Berlín respalda al “régimen nazi” en Ucrania porque algunos descendientes de los nazis están actualmente en el poder en Alemania, opinó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en su cuenta en Telegram.
En su publicación, la vocera rusa cita unas declaraciones de la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, sobre su abuelo paterno, el exoficial de la Wehrmacht nazi Waldemar Baerbock (1913-2016).
En una entrevista en 2021 con el ‘think tank’ Atlantic Council, la entonces líder del partido alemán Los Verdes recordó que años atrás, en 2004, estuvo presente en la ceremonia de adhesión de Polonia a la UE, celebrada en un puente sobre el río Óder, que describió como un lugar donde su abuelo paterno participó en combates en 1945. Según afirmó la actual jefa de la diplomacia alemana, “los abuelos hicieron posible que países que solían ser enemigos vivan no solo en paz, sino también en amistad”, y esta idea se le ocurrió exactamente en ese momento de “reunificación de Europa”.
Asimismo, en su primer libro, publicado en 2021, Annalena Baerbock ofreció más detalles sobre ese mismo episodio: “En aquel momento [de la adhesión a la UE de sus nuevos miembros en 2004] pensé en mi abuelo Waldemar Baerbock, que era un oficial de la Wehrmacht en una unidad de reparación de cañones antiaéreos y había llegado al este de la ciudad de Francfort del Óder durante un repliegue en enero de 1945″.
No solamente Annalena Berbock, sino también medios alemanes decidieron hacer públicos detalles sobre su abuelo, destaca la portavoz rusa. Así, la prensa reveló que el coronel Baerbock no solo era un oficial, sino también un “ferviente” partidario del nazismo, “un nacionalsocialista incondicional”, según su expediente de la Wehrmacht.
De acuerdo a estos reportes, había leído atentamente varias veces el libro ‘Mein Kampf’ (‘Mi Lucha’) de Adolf Hitler y estaba “completamente fundamentado en el nacionalsocialismo”. Asimismo, en 1944 se le concedió la Cruz al Mérito de Guerra con Espadas, una condecoración por “servicios especiales” en tiempos bélicos.
Tras esa revelación mediática, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán se apresuró a explicar que las palabras de la ministra se debían a la admiración que sentía por su abuelo y que “no conocía los documentos” de su expediente, recoge Zajárova. La propia Annalena Baerbock prefirió guardar silencio al respecto, mientras que el diario Bild publicó una lista de personalidades de Alemania que reconocieron el pasado nazi de sus familiares. En esa lista figuran el primer ministro del estado federado de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, y la diputada del Parlamento Federal Dorothee Bär, entre otros.