Durante una rueda de prensa, el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, refiriendo a la reciente visita oficial del presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, a China, aseguró que Pekín y Manila, además de seguir intentando mejorar aún más el entendimiento y la confianza mutua, continúan con las comunicaciones y coordinaciones hacia el desarrollo saludable y estable de las relaciones bilaterales.
El mandatario filipino adelantó el miércoles que Estados Unidos tendrá cuatro nuevas bases militares en su país, en el marco del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de defensa.
En este contexto, Pekín reiteró su postura de que ninguna relación bilateral en materia de defensa y seguridad debe apuntar contra un tercero, ni perjudicar sus intereses.
Filipinas es fundamental en los planes de EE.UU. para disuadir y responder a cualquier eventual ataque de Pekín contra Taiwán, ya que de sus cinco aliados en el Indo-Pacífico —que también incluyen a Australia, Corea del Sur, Japón y Tailandia— Filipinas, es la nación más cercana a la isla.
Pekín instó a Manila a no endurecer su cooperación militar con el país norteamericano, puesto que la decisión sería en detrimento de su propia seguridad y en favor de los intereses geopolíticos estadounidenses en la región del Indo-Pacífico.
Esto mientras China y Filipinas mantienen un conflicto territorial por la soberanía de varias islas y atolones en el mar de China Meridional, también conocido como mar del Sur de China, de la cual Pekín reclama casi el 90 %.