Organizaciones sudanesas de derechos humanos dijeron el viernes a Reuters tener pruebas de que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) habían detenido a más de 5.000 personas en la capital y las mantenían recluidas en condiciones inhumanas.
Las RSF llevan tres meses luchando contra el ejército del país africano y han dominado la capital sudanesa sobre el terreno. Los residentes han acusado a la fuerza de saquear y ocupar viviendas.
Cuando se les pidieron comentarios, las RSF afirmaron que los informes eran incorrectos y que sólo retenía a prisioneros de guerra que recibían un buen trato.
“Estas organizaciones hacen caso omiso de las violaciones cometidas por el ejército contra la población civil, incluidos los ataques aéreos y de artillería, las detenciones y el armamento de civiles”, declaró un representante de las fuerzas.
Entre los detenidos en varias localidades de Jartum había combatientes, pero también 3.500 civiles, entre ellos mujeres vulnerables y ciudadanos extranjeros, denunciaron las organizaciones de derechos humanos, que pidieron el anonimato por temor a represalias.
Agregaron que presentarían a las Naciones Unidas documentación sobre casos de muerte por tortura, así como “condiciones de detención degradantes e inhumanas, carentes de dignidad humana y de las necesidades más básicas de la vida”.
La oficina de derechos humanos de la ONU informó el jueves que al menos 87 personas habían sido enterradas en una fosa común en la ciudad de El Geneina, en Darfur, y acusó a las RSF y a milicias aliadas de los asesinatos, algo que la fuerza paramilitar negó.
A última hora del jueves, la Corte Penal Internacional dijo que investigaría los homicidios en toda la región. Las RSF no respondieron a una solicitud de comentarios sobre la investigación.