“Durante los combates, depusieron las armas y se rindieron más de 150 miembros de las diversas fuerzas de seguridad de Ucrania”, ha informado este viernes el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.

Además, en el área de la isla Zmeíni, en el mar Negro, “un total de 82 soldados ucranianos se entregaron voluntariamente a una unidad de las Fuerzas Armadas rusas”, ha explicado.

Los militares rusos tomaron el jueves el control de la isla de Zmeíni en la región de Odessa. Las Fuerzas Armadas de Ucrania “han perdido contacto con los guardias fronterizos de la isla”, informó el Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania en Facebook.

Según el general ruso, otros 11 soldados de la 53 brigada mecanizada de las tropas ucranianas se rindieron en el área de la localidad de Nikoláevsk, al sur de Ucrania.

Después de unas semanas tensas entre Rusia, Ucrania y los países occidentales, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el jueves su decisión de lanzar “una operación militar especial” en la región del Donbás (este de Ucrania) para defender a los ciudadanos de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, cuyas autoridades habían solicitado a Rusia ayuda para repeler las agresiones del Gobierno ucraniano y evitar una catástrofe humanitaria.

• Putin: Era imposible tomar otra medida que una operación en Ucrania

• Rusia asegura que no hay amenaza para la población civil ucraniana

El presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin, apoyó el jueves la decisión del mandatario ruso al respecto afirmando que teniendo en cuenta que EE.UU. y sus aliados occidentales “han rechazado las propuestas rusas sobre cuestiones de seguridad global, y que Kiev se ha negado a implementar los acuerdos de Minsk durante ocho años, la desmilitarización de Ucrania es el único camino que queda para evitar una guerra en Europa. Es la única forma de detener la carnicería y la catástrofe humanitaria”, agregó.

• Rusia explica cómo su operación en Ucrania prevendrá guerra mundial