El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de “inaceptable” un retraso del rey de España, Felipe VI, que habría obligado a demorar su investidura. Desde la Casa Real, lo niegan, mientras en los últimos años se suceden los roces entre mandatarios de América Latina y la monarquía española.
El viernes 11 de marzo, Chile investía al presidente más a la izquierda desde el Gobierno de Salvador Allende. Ese día, las palabras de Gabriel Boric conectaban con las del último discurso de Allende, que se suicidó, antes de que los militares entrasen al Palacio de la Moneda en pleno golpe de Estado en 1973.
“Mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre”, dijo Allende aquel fatídico 11 de septiembre. Casi 50 años después, Boric recogía el testigo para decir: “Estamos de nuevo abriendo las grandes alamedas”.
Pero antes de dar apertura a las citadas alamedas, habría tenido lugar un incidente que molestó al nuevo presidente chileno. Este lunes 13 de marzo, en una entrevista con el canal chileno T13, Gabriel Boric culpó a la corona española por el retraso de la investidura.
“Me pareció bien inaceptable que se atrasara la ceremonia porque el rey de España se había atrasado. Pero bueno, son cosas que pasan. Uno tiene que respetar, por cierto, los protocolos establecidos”, dijo Gabriel Boric.
Felipe VI fue el último en llegar de los 12 jefes de Estado invitados a Valparaíso, donde está ubicado el Congreso. Todos se desplazaron por carretera, desde la capital, Santiago, ya que por razones de seguridad se impidió el uso del aeropuerto de Viña del Mar.
Desde la Casa Real española, en un comunicado, respondieron que habían seguido las indicaciones de los servicios de protocolo chilenos: “Ellos (protocolo) son quienes marcan el ritmo de llegada de las caravanas. De hecho, la caravana con la delegación española estuvo esperando en fila detrás de otras hasta que protocolo y seguridad dieron la instrucción de que ya se podía acceder”.
La monarquía es vista con luces y sombras en América Latina, entre los que la califican de anacrónica y directamente relacionada con la colonización; y los sectores más hispanistas que consideran la llegada de los españoles a América, una forma de ampliar la riqueza cultural.
Concretamente, en Chile, en el año 2000, el 12 de octubre, dejó de llamarse ‘Día de la raza’ y pasó a llamarse ‘Día del encuentro entre dos mundos’.
También, como se vio en el estallido social de 2019, otros relatos de la historia están ganando fuerza en la sociedad, especialmente, el anticolonial, promulgado por minorías como la indígena mapuche y aymara.
Por lo que no son extrañas las interpretaciones de que estas declaraciones son un gesto del presidente Gabriel Boric a estas nuevas narrativas y una forma de distanciarse de la monarquía española. Una tendencia cada vez más habitual en América Latina.
Andrés Manuel López Obrador exige disculpas a los reyes de España
El más virulento, en los últimos tiempos, contra la corona y España, ha sido el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En 2019, envió una carta al rey Felipe VI y al papa Francisco, en la que exigía disculpas a la monarquía y al Vaticano por “atrocidades” contra los pueblos originarios.
Algo que repitió el 10 de octubre de 2020: “(deben) ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos desde la conquista de 1521 hasta el pasado reciente”. Desde España se han negado a disculparse.
Más recientemente, el 10 de febrero, volvió a haber un punto de quiebre entre López Obrador y España. El presidente mexicano consideró oportuno proponer públicamente una “pausa” para distanciar las relaciones político-económica entre ambos países. Más tarde justificó la afirmación con el argumento de que las empresas españolas habían abusado de México ya que los ven “como tierra de conquista”.
Aunque negó que se tratase de una ruptura diplomática, esto no gustó en el Gobierno español. Su titular de Exteriores, José Manuel Albares, rechazó “tajantemente” las “súbitas” declaraciones de López Obrador.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, llamó “ladrones y asesinos” a los reyes de España
El pasado jueves 10 de marzo, el Gobierno de Nicaragua decidió retirar de sus funciones a su embajador en España, Carlos Midence, por “las continuas presiones y amenazas injerencistas”.
Sin embargo, desde España aseguran que esta decisión se debe a la negativa de su Gobierno de aceptar la vuelta a Managua de la embajadora española, María del Mar Fernández-Palacios, quien fue llamada a consultas en agosto de 2021.
De hecho, el pasado 9 de noviembre, cuando el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, festejaba su quinto mandato, tras unas elecciones que no reconoce la comunidad internacional, envió un mensaje a España: “Los españoles no entienden que estos pueblos tienen la conciencia y la convicción. Dejaron de ser colonia de Europa hace mucho tiempo. Estamos librando las batallas porque ellos siguen actuando y comportándose como colonizadores”.
Y, también para su monarquía: “Los reyes españoles decidieron repartir tierras aquí. Ladrones y asesinos”.
Felipe VI reivindicó el legado de España en Puerto Rico
Polémica fue también la visita del rey de España, Felipe VI, a Puerto Rico, para celebrar los 500 años de la capital, San Juan.
Su gira en la isla caribeña estuvo cuestionada, e incluso, el grupo Fuerzas Libertarias de Borikén derribó una estatua del explorador español y primer gobernador de Puerto Rico, Juan Ponce de León.
“Ante la supuesta visita del rey de España, Felipe VI a Puerto Rico y la escalada de invasores gringos apoderándose de nuestras tierras queremos enviar un mensaje claro: Ni reyes, ni gringos invasores”, escribió el grupo en un comunicado.
El rey de España, en uno de sus discursos, defendió el “modelo español” en América y dijo que había que estar “orgullosos del legado”.
France 24 quiso profundizar en el tema, en una entrevista con Manuel Natal Albelo, abogado y político puertorriqueño, que cuestionó la visita del monarca.
En su investidura, Pedro Castillo, presidente de Perú, se dirigió contra la monarquía
También en su investidura, el 29 de julio de 2021, Pedro Castillo, el presidente peruano, tuvo palabras contra el rey de España, quien estuvo presente en el acto. En un discurso marcadamente anticolonial, se quejó del peso de la corona en América Latina.
“Tres siglos de explotación cuando Perú perteneció a la corona española (…) Llegaron los hombres de Castilla, que con la ayuda de múltiples ‘felipillos’ y aprovechando un momento de caos y desunión, lograron conquistar al estado que hasta este momento dominaba gran parte de los Andes centrales”.
A punto de cumplirse 15 años del mítico: “¿Por qué no te callas?”
Los reproches del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, contra la monarquía española también han sido habituales. Por ejemplo, y de forma similar al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el pasado año, el 11 de marzo, reprochó que la corona nunca se hubiera disculpado por la colonización.
“No le han pedido perdón todavía a América, la monarquía española tiene que arrodillarse y pedirle perdón a los pueblos por el genocidio, por la barbarie, por el salvajismo del colonialismo, algún día tendrán que hacerlo, bajar su mentón y decirle: perdón América por el genocidio”, dijo Maduro en un discurso televisado.
Precisamente, estas relaciones complejas se remontan a la llegada del malogrado Hugo Chávez al poder. El 10 de noviembre de 2007, en la XVII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, celebrada en Santiago de Chile, se produjo un encontronazo histórico.
Mientras hablaba el entonces presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, Hugo Chávez trató de interrumpirle, acusando a su antecesor, José María Aznar, de “fascista”. Fue cuando el entonces rey de España, Juan Carlos I, acabó estallando con un “¿por qué no te callas?”, para después abandonar la cumbre y dejar un momento histórico en las complejas relaciones entre España y América Latina.