Según informaron el domingo fuentes de la Casa Blanca, la delegación –que llegará el jueves y se marchará el sábado– estará encabezada por Usha Vance, esposa del vicepresidente JD Vance; e incluirá también al consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y al secretario de Energía, Chris Wright, entre otros cargos relevantes. Waltz y Wright tienen previsto visitar la base militar de Pituffik, donde están estacionadas fuerzas estadounidenses, y después se unirán a Vance para recorrer sitios históricos y asistir a una carrera de trineos con perros.
Al respecto, el primer ministro groenlandés, Mute Egede, ha denunciado que la presencia de los funcionarios estadounidenses es una “injerencia extranjera” y ha dicho que no hay reuniones programadas con las autoridades locales.
“¿Qué hace el consejero de seguridad en Groenlandia? El único propósito es hacernos una demostración de poder”, ha cuestionado Egede al periódico Sermitsiaq, en referencia a Waltz.
Asimismo, ha dicho que “hasta hace poco, podíamos confiar en los estadounidenses como aliados y amigos (…) Ahora, lo único que les importa es apoderarse de nuestro país sin nuestro consentimiento”, ha fustigado.
Egede ha indicado que la visita ha sido programada en un momento en que “la presión muy agresiva de Estados Unidos sobre la sociedad groenlandesa es ahora tan grave que el nivel no puede subir más”.
En este contexto, ha advertido de que la situación irá empeorando cada día y la agresión estadounidense se intensificará, por tanto, ha instado a la comunidad internacional a intervenir.
Mientras tanto, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Brian Hughes, ha destacado que “esta es una visita para aprender sobre Groenlandia, su cultura, su historia y su gente, y para asistir a una carrera de trineos tirados por perros que Estados Unidos se enorgullece de patrocinar, así de simple”.
Los comentarios de Egede evidencian preocupaciones debido a las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, de comprar o tomar por la fuerza Groenlandia, la isla más grande del mundo, que obtuvo la autonomía de Dinamarca en 1979.
Estados Unidos considera que la posesión y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta, para los objetivos en seguridad nacional y libertad en todo el mundo.
Los funcionarios daneses han rechazado firmemente las propuestas anteriores de Trump sobre la compra del territorio autónomo.
Groenlandia es rica en petróleo y minerales. Este vasto territorio ártico también alberga la base militar estadounidense de Pituffik y la infraestructura de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).