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Gustavo Petro, contra la revista ‘Semana’: “Testimonios anónimos no aportan pruebas”

“El Presidente Petro debe saber  que el Fiscal General y los medios opositores de alcance nacional, en espacial la Revista Semana, utilizando la libertad de prensa , van a tratar de manchar su honorabilidad, van a tratar de desprestigiarlo, hasta que la población  tome distancia de Usted. Esta  formula es conocida, no  pise el palito de  demostrar su inocencia, porque  eso a ellos no les interesa, el objetivo es tumbarse, para mala suerte tienen en la fiscalía  un enemigo a muerte, el no buscara justicia, buscara enlodarlo lo mas que pueda,  el es un simple  individuo instrumento de las fuerzas que quieren verlo fuera,  enfréntelos ya, cuando tiene el apoyo de la gente, mas tarde puede ser muy tarde. Haga como Amlo, tenga comunicación directa con el pueblo, despierte las conciencias y solo así sabrá el pueblo colombiano quienes son esos esos medios, porque no tendrán capacidad de presión ni capacidad de  enlodar y lo mas importante el pueblo no le hará caso, para ello se necesita un pueblo mínimamente concientizado”.. Jorge Castro

El presidente critica que el medio digital le haya señalado de entregar 3.000 millones de pesos en efectivo a su jefa de gabinete sin más evidencia que un testigo anónimo y de oídas

CAMILA OSORIO

“Deben ser las autoridades competentes, y no personas anónimas cuyos intereses se desconocen, las que aporten claridad sobre los procesos de investigación que se adelantan”, escribió el presidente Gustavo Petro en un comunicado, desde Alemania, en medio de una visita diplomática. La frase es respuesta a una entrevista que se publicó 12 horas antes en el medio digital Semana, en donde una fuente anónima afirma que el dinero en efectivo que alguien robó en la casa de la exjefe de gabinete, Laura Sarabia, era del presidente: 3.000 millones de pesos. Y que sabía de ese dinero por el coronel Óscar Dávila, quien trabajaba en presidencia y apareció muerto en su auto el viernes en la noche —aún se espera confirmación sobre las causas de su muerte por parte de Medicina Legal. La entrevista únicamente cuenta con esa voz anónima, que dice que varias de las cosas las sabe de oídas y no por ser testigo directo, y no tiene fuentes de confirmación para afirmar que el presidente había entregado esa cantidad a Sarabia.

“Estos supuestos testimonios, que tienen un interés difamatorio en contra del Presidente de la República, buscan minar la confianza de la ciudadanía en el Gobierno Nacional, a través de versiones sobre hechos en los que no se aportan ni existen ningún tipo de pruebas”, añade el presidente en el comunicado. Y niega rotundamente haber contado con 3.000 millones de pesos: “Nunca en mi existencia he siquiera visto la cantidad de dinero que afirma una fuente anónima y que utiliza la periodista Vicky Dávila para una publicación en la revista Semana”. Las afirmaciones de esta persona, señala, “tienen un ánimo difamatorio”. Luego el presidente añadió un segundo mensaje en Twitter, menos diplomático, contra la revista. “Mentirosos”, les llama. Laura Sarabia publicó un mensaje parecido al del presidente negando los 3.000 millones: “jamás he recibido, en ninguna calidad ni por ninguna persona, tal cantidad de dinero”.

Según la fuente anónima que habló con Semana, el coronel Dávila hizo parte de la operación para que apareciera el dinero que se había perdido en la casa de la jefe de gabinete (inicialmente se hablaba de 7.000 dólares), como someter al polígrafo a la exniñera y a otros empleados de presidencia, o interceptar ilegalmente los teléfonos de dos trabajadoras domésticas en la casa de Sarabia. Dávila logró recuperar 268 millones, dice la fuente anónima, aunque no explica cómo. Y, añade, el coronel estaba muy nervioso por la investigación que estaba llevando a cabo la Fiscalía para esclarecer el caso de las interceptaciones. Dice que otro coronel de la Polícia, el jefe de la seguridad presidencial Carlos Feria, le exigió que contratara al abogado Miguel Ángel del Río, un aliado del petrismo, para su defensa. “¿Y quién manda a Feria? Pues, por obvias razones, el presidente Petro”, dice la fuente anónima. La fuente anónima dice que le recomendó al coronel Dávila no contratar a Del Río por la cercana relación de este con el Gobierno y porque ya defendía a un patrullero investigado por las interceptaciones. La entrevistadora y directora de la revista, Vicky Dávila, opinó en la misma línea que la fuente anónima en su cuenta de twitter, antes de publicar la entrevista: “El hecho de que el doctor Miguel Ángel del Río sea abogado de policías implicados en chuzadas sí genera suspicacias”

Por otro lado, Del Río había hablado en la mañana del miércoles en el reporte radial del periodista Daniel Coronell, en W Radio, diciendo que el coronel Dávila lo contactó a través de personas diferentes al coronel Feria: fue con la ayuda de dos exmiembros de la Policía Nacional, el exsargento Wadith Velásquez y el mayor Jefferson Tocarruncho. Del Río ha sostenido que quien estaba presionando hasta el límite al coronel Dávila no eran Feria ni el presidente Petro, sino el fiscal Francisco Barbosa (un gran crítico del presidente) y funcionarios de la Fiscalía. El día antes de la muerte del coronel, Dávila se reunió con Del Río: “me buscó para manifestarme que de la fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron que no se detenían hasta que corriera sangre´”.

La pelea más dura que ha enfrentado el presidente es política pero hay otra mediática en la que la revista Semana ha sido protagonista, como medio muy crítico del presidente. Petro, en su comunicado, ha incluido un punto en el que explica que ha mantenido una amistad con los dueños de esa revista, la familia Gilinski, y que nunca ha sacado “ningún tipo de provecho” de esa amistad. “Los mismos propietarios de la revista son testigos de primer orden de mi honorabilidad y así también se los he demostrado, por ejemplo, durante mi debate como joven parlamentario sobre la fusión entre el Banco de Colombia y el Banco Industrial Colombiano”, dice el presidente sobre una pelea jurídica que ocurrió a finales de los años noventa entre los Gilinski y el Grupo Empresarial Antioqueño, que revivió en los últimos años pero recientemente alcanzó una tregua. “Siempre pedí que se llegara a un acuerdo en transparencia”, dice el presidente.

Un punto del comunicado defendiendo su trayectoria, su manejo del dinero. Un punto que ya no es sobre fuentes anónimas o difamación, y que no está dirigido a Vicky Dávila, sino directamente a los dueños de la revista que ella dirige.

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