La reacción del presidente Gustavo Petro a las declaraciones de Álvaro Uribe sobre su descontento con algunos de los puntos de la propuesta de reforma laboral no se hizo esperar. Petro le respondió al expresidente, pero también dejó claro que concuerda con él en un aspecto clave.
Este sábado 18 de marzo, el expresidente Álvaro Uribe Vélez emitió un comunicado en el que expresó su desacuerdo con ciertos puntos planteados en la propuesta de reforma laboral que fue presentada este viernes 17 de marzo, ante el Congreso de la República
Para Uribe, esta reforma, principalmente, representará un “daño” que afectará gravemente a trabajadores y empresarios. Ante esta afirmación, el presidente Petro dijo que la oposición debería “reconocer que, a pesar de las reformas laborales, que comienzan con la Ley 50 en los noventa, y que en general redujeron el salario relativo, no trajeron el fin de la informalidad, esta sigue como la mayor generadora de puestos de trabajo”.
El “Acuerdo Quinquenal de Incremento Salarial y de Productividad” que propone el expresidente Uribe generaría “una economía fraterna de menos impuestos para los empleadores y de mejor remuneración para los trabajadores”.
“Proponemos como alternativa que se promueva un Acuerdo Quinquenal de Incremento Salarial y de Productividad sin complicar más las normas laborales”, indicó en su documento el expresidente, antes de exponer 14 puntos con los que argumenta se podría tener un mejor resultado que la reforma laboral propuesta por el Gobierno Petro.
Frente a esta propuesta, el mandatario señaló que le llamaba la atención, pero que esta podía ser parte del documento presentado, no reemplazarlo.
“No me disgusta la idea de un acuerdo quinquenal para elevar salarios reales de acuerdo a la productividad, lo propuse en campaña y concuerdo con Uribe, pero ese artículo debe figurar en la actual reforma laboral y no sustituirla”, puntualizó.
Entre las propuestas del Gobierno está la “flexibilización laboral”, que podría aplicar en casos como el de Rappi, en el que se busca formalizar el trabajo, pero con ciertas condiciones, de ahí el término “flexible”. Sobre esto, la oposición planteó que “la propuesta de aplicarles una legislación laboral inflexible lo único que hará será desmotivar esta dinámica fuente de empleo”.
Al respecto, el presidente Petro fue enfático en decir que “siempre escuche como argumento que flexibilizar la fuerza de trabajo, es decir restarle estabilidad al empleo, reducir su salario relativo, traería más empleo. Eso jamás fue cierto. Lo que hicieron fue sobreexplotar la fuerza de trabajo y estancar la productividad”.
Algo que le ha generado críticas a la propuesta de reforma laboral de Petro es que se haya “inspirado” en los modelos laborales de países como Argentina y Chile, que han tenido crisis por el tema. El mandatario sostuvo que “el modelo laboral para Colombia se parece al que narra Dickens sobre la Inglaterra de 1840. Es el capitalismo del siglo XIX combinado con un feudalismo en la tenencia de la tierra”
Entre sus alertas número 5 y 6, Uribe comparó la situación que podría provocar la reforma laboral presentada al Congreso con lo que se vive en esos dos países del cono sur del continente, resaltando que tendría un efecto indeseado en la creación de empleo formal, que claramente también podría inducir una ampliación de la pobreza del territorio nacional.
“Esta reforma nos pone en la situación de Argentina, donde no hay generación de empleo formal y crece la pobreza. Dice Jorge Colina al referirse a la crítica situación de crecimiento de la informalidad en aquel país”, afirmó líder del Centro Democrático en el documento.
Otro de los puntos relevantes que expuso el expresidente Uribe se dio alrededor de los recargos nocturnos y festivos. En su undécima alerta, se argumentó que en el aumento de restricciones con respecto a estas modalidades laborales, que representa mayores costos para el empresariado, se debería llegar a una “alternativa de acuerdo quincenal de aumento salarial y de productividad”, haciendo hincapié en la que sería su principal propuesta.
Pero, para Petro, los recargos nocturnos y festivos, representarían “estabilidad laboral y un crecimiento de los salarios relativos traerá más productividad, más riqueza y empresas y ganancias más grandes”.
De igual forma, finalizó diciendo que “la informalidad se supera no bajando los salarios de los trabajadores formales, sino empoderando la economía popular, asociándola, brindándole saberes, otorgando crédito abundante y barato”.
Lo cierto aquí es que el debate está sobre la mesa y, si el Gobierno quiere sacar aflore la reforma laboral, deberá escuchar, no solo a la oposición, sino a sectores como la Andi, desde donde expresaron su descontento con la propuesta.
“Nos parece que los efectos sobre millones de familias pueden ser los contrarios a los esperados, y que, por el contrario, podemos estar cometiendo un grave error”, aseguró Bruce Mac Master, presidente de la Andi.