Una grabación difundida este sábado en las redes sociales muestra un gran número de helicópteros rusos Mi-8 y Ka-52 sobrevolando la región este del Éufrates sirio.
Aún no hay una declaración de las autoridades sobre los hechos, pero probablemente, según varias fuentes, se trató del traslado de aeronaves de una instalación militar a otra.
El viernes, en un mensaje disuasorio a Turquía, Rusia envió nuevos equipos para su flota aérea desplegada en Al-Qamishli, en la provincia siria de Al-Hasaka, en respuesta a las amenazas lanzadas por Ankara sobre el comienzo de nuevos ataques contra el país árabe.
Las fuerzas rusas recibieron seis helicópteros, dos cazas y otros equipamientos militares en la base que regentan dentro del aeropuerto de Al-Qamishli, según informó la agencia española de noticias Efe, citando a una fuente militar asignada al aeródromo.
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Rusia y Siria llevan a cabo un ejercicio conjunto de helicópteros en el desierto suroriental sirio, donde las partes simulan condiciones reales de combate.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró el jueves que la presencia de las fuerzas rusas en Siria cumple plenamente con la Carta y los principios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ya que realizan funciones descritas en la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Desde el comienzo de los ataques aéreos de Rusia en Siria en 2015, a petición del Gobierno de Damasco, las Fuerzas Armadas rusas han utilizado muchos tipos de armamento contra las bandas terroristas y han desplegado múltiples modelos de aviones de combate, sistemas de defensa aérea S-300 y S-400 y buques de guerra.
