Aunque el ex máximo diplomático norteamericano apoya los intentos para restringir la “hegemonía china”, advirtió sobre las políticas para presionar a Pekín en todos los niveles de política internacional.
El exsecretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger se ha manifestado en contra de que el enfrentamiento entre su país y China desemboque en un conflicto sin cuartel de carácter marcadamente tecnológico y ha instado a la coexistencia y a no ir más allá de evitar la hegemonía china.
En una entrevista publicada en el periódico alemán Die Welt y recogida por South China Morning Post, Kissinger, quien jugó un papel importante para despejar la vía hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en 1979, destacó el desarrollo que persiguen Pekín y Washington en materia de inteligencia artificial.
Al respecto, subrayó que “mientras ambas naciones tengan una capacidad teórica de triunfar” en esta carrera, “deben esforzarse para limitarla” porque la alternativa es un “conflicto sin cuartel que tensiona la imaginación”.
“Estados Unidos debe contar con una defensa adecuada siempre, pero en el mundo de las altas tecnologías, también debe trabajar en la coexistencia“, indicó el exdiplomático al que el presidente chino Xi Jinping ha calificado como “un viejo amigo de China“.
El veterano político de 97 años constató la imagen de China como “enemigo inherente” para la opinión pública norteamericana y advirtió que la presión para enfrentar a todos los niveles la política internacional china generaría “resistencia máxima” por parte de Pekín.
“Lo importante es no solamente prevenir la hegemonía china sino entender que si alcanzamos este objetivo —lo que debemos hacer— se mantendrá la necesidad de coexistir con un país de esta magnitud”, afirmó Kissinger.
China, el foco de atención de la política exterior de EE.UU.
En su primer discurso ante la sesión conjunta del Congreso norteamericano el 28 de abril, el presidente estadounidense Joe Biden prestó más atención a China que a cualquier otro tema de política exterior.
Así, el mandatario repetidamente identificó la competencia con Pekín como el mayor desafío de política exterior que enfrenta el país, prometiendo mantener una fuerte presencia militar estadounidense en el Indo-Pacífico e impulsar el desarrollo tecnológico y el comercio.
Además, Biden instó a los legisladores a aprobar un amplio paquete bipartidista de legislación que presionaría a Pekín en temas como los derechos humanos, abordaría el desequilibrio comercial e impulsaría la financiación para el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de EE.UU. con el objetivo de competir de manera más efectiva con China.
