La política de sanciones que emprende la Unión Europea (UE) contra Rusia es totalmente errónea, declaró el portavoz de la Asamblea Nacional de Hungría, Laszlo Kover. El vocero destacó que la crisis solo puede resolverse mediante integración y el respeto mutuo.
Según el portavoz, ahora los líderes de la UE están aplicando “una política de sanciones completamente equivocada“, con la que “harán polvo toda la economía europea junto con ellos mismos”.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, también criticó en numerosas ocasiones la política de sanciones del bloque comunitario, destacando que afecta gravemente a la economía de toda Europa y no alcanza su objetivo de debilitar a Moscú. En sus palabras, Europa puede encontrarse en una situación de “economía de guerra” si Bruselas no cambia su política de sanciones hacia Rusia.
“La estrategia de Occidente es como un coche con los neumáticos pinchados en las cuatro ruedas… Las sanciones no han sacudido a Moscú. Europa está en apuros económica y políticamente, las víctimas son cuatro Gobiernos: el británico, el búlgaro, el italiano y el estonio… La gente se va a enfrentar a fuertes subidas de precios. Y la mayor parte del mundo tampoco nos ha apoyado de forma desafiante: China, India, Brasil, Sudáfrica, el mundo árabe, África… todos se mantienen al margen de este conflicto, se dedican a sus asuntos”, aseguró Orbán durante su visita a Rumanía.
A mediados de agosto se conoció que la compañía Gazprom comenzó a suministrar combustible a Hungría a través del Turk Stream por encima de los contratos establecidos. Esta tendencia tiene lugar mientras la mayoría de Estados de la UE implementan políticas restrictivas respecto a los recursos energéticos rusos, lo que impulsa los precios de la energía.
En el contexto de la crisis energética provocada por los sucesos en Ucrania y las sanciones occidentales, el Gobierno húngaro decretó el 13 de julio estado de emergencia en el sector de energía y prohibió las exportaciones de productos energéticos y de leña.
Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lanzó en Ucrania el pasado 24 de febrero y activaron varias baterías de sanciones con la intención de infligirle a la economía rusa el mayor daño posible para presionar a Moscú a detener las hostilidades. Por primera vez, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT y la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central, así como el embargo sobre la importación de petróleo ruso.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que la política de contención de Rusia forma parte de una estrategia occidental a largo plazo, así como aseguró que las sanciones perjudicaron gravemente toda la economía mundial.