Premier húngaro, Viktor Orbán (dcha.), en Bruselas, Bélgica, 30 de mayo de 2022. (Foto: Reuters)
Hungría afirma que la Unión Europea (UE) necesita una nueva estrategia hacia Rusia, puesto que la práctica sistémica de imponer sanciones ya ha fracasado.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, afirmó el sábado que la UE debería centrarse en las conversaciones y desarrollar una propuesta que le permita alcanzar la paz, dado que su enfoque actual de sancionar más a Rusia no funciona y es el propio bloque comunitario el que está experimentando una crisis que podría agravarse.
Ofreciendo un discurso en la ciudad de Baile Tusnad, en Rumanía, el premier afirmó que los países europeos sufren el impacto económico del conflicto y las sanciones antirrusas impuestas por Occidente, y se están derrumbando “como fichas de dominó” ante el aumento de los precios de la energía y los carburantes.
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Tras criticar la política de los 27 de inundar Kiev con armas, Orbán aseguró que los ucranianos nunca podrán derrotar a Rusia con armas occidentales, ya que su Ejército tiene “superioridad asimétrica”.
“Estamos sentados en un automóvil que tiene un pinchazo en los cuatro neumáticos: está absolutamente claro que la guerra no se puede ganar de esta manera”, sentenció.
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El canciller de Hungría, Péter Szijjártó, asevera que la economía de su país fracasará sin el petróleo y gas de Rusia, por lo que exige exenciones.
De acuerdo con el político, los rusos son un pueblo militar que “piensa en la seguridad” y cuantas más armas modernas envíe la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los rusos lucharán más en el frente. Esta guerra solo puede resolverse con conversaciones de paz entre Rusia y Estados Unidos, señaló.
Orbán ha bloqueado varias veces las decisiones del Consejo Europeo, como cuando se adoptó el sexto paquete de sanciones contra Rusia.
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Entre los Veintisiete países de la Comisión Europea, Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Bulgaria dependen en gran medida del crudo ruso. En este contexto, Orbán envío el viernes a su ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, a Rusia para pedirle que le venda más gas, una postura opuesta al resto de los países miembros que intenta a toda costa reducir su dependencia energética del gigante euroasiático.