El asesinato de un adolescente de ascendencia argelina de 17 años a manos un policía francés ha convertido el país galo en escenario de protestas sin precedentes.
La indignación francesa por la violencia policial no es muy coherente con la visión de Joseph Borrell, el jefe de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), quien comparó a Europa con “un jardín” y al resto del mundo con “la jungla”.
Al menos 2000 personas han sido detenidas y miles de coches incendiados durante las protestas en Francia tras el asesinato del joven por las fuerzas del orden.